Lo previsible
Después de un verano buscando las excelencias de los vinos de parcela, uno vuelve a la comodidad burguesa de los ejemplares previsibles. Un crítico de vinos está obligado a destacar la rareza y la excelencia, a apostar por talentos nuevos y a ser casi un abogado de pobres cuando un bodeguero sencillo y raro pone sus cartas boca arriba. También, hay que dar un espacio al confort del bebedor, y cuando vivimos tantas turbulencias desde lo político a lo moral, éste se abraza de manera casi obsesiva a vinos que reconoce y no le incordian. Читать дальше...