Cuando el bloque comunista se desmoronaba en los ochenta, Juan Pablo II afirmó que «la fortaleza de una democracia reside en los valores morales sobre los que se sustenta». En una conversación con el escritor italiano Vitorio Messori, se refería a que los regímenes totalitarios no respetaban ni la vida, ni la libertad, ni la dignidad humanas, y reflexionaba acerca de las insólitas caídas que sufrieron, afirmando que, ante sus aparentes fortalezas, se escondía una enorme fragilidad derivada de sus inhumanos valores morales. Читать дальше...