El mejor jefe de Gobierno puede convertirse en el peor exjefe si continúa en los titulares interfiriendo, voluntaria o involuntariamente, en la tarea de su sucesor, como ha ocurrido más de una vez en nuestra democracia, y no cito nombres para no liar aún más las cosas. Pero eso no es nada si ocurre en el escalón superior, el de presidente o rey. Sangenjo, ese coquetón recodo en la Ría de Pontevedra a propósito no de las regatas de este fin de semana, sino porque ha llegado el Rey emérito, tras dos años de autoconfinamiento en Abu Dabi... Читать дальше...