La Real Sociedad regala 75 minutos al Salzburgo (0-0)
Imanol reservó a varios titulares. El partido cambió con la entrada de Kubo, pero al japonés le faltó tiempo
La Real Sociedad faltó a su costumbre de apretar al comienzo del partido para apabullar a sus rivales. Esperó al final para apretar, cuando Imanol puso en el campo a algunos de los titulares que se había guardado en el principio del partido, aunque también retiró a Mikel Oyarzabal. Cambió el juego, pero no el resultado.
El Salzburgo se creció con las concesiones de la Real en el principio. Es un equipo joven y que sabe jugar al fútbol. Le gusta aprovechar los espacios para correr. Y los tenía para amenazar en cada contraataque. Ninguno tan claro como el que tuvo Nené para encarar a Remiro en el mano a mano. Su disparo pegó en la parte exterior del palo antes de marcharse fuera. Pareció más peligroso el Salzburgo durante gran parte del partido, pero le faltaba la contundencia en el remate.
La Real echaba de menos a sus extremos titulares, a pesar de que Zakharian estuvo muy activo en el costado izquierdo. Una volea suya fue una de las acciones de más peligro de la Real.
Por detrás, Turrientes intentaba que nadie se acordara de Mikel Merino, al que Imanol guardaba para Milán, donde se jugará el primer puesto del grupo contra el Inter. El canterano se lamentaba cuando se marchaba al vestuario en el descanso por un lanzamiento lejano que se le escapó por muy poco. Lo volvió a intentar en la segunda mitad, pero con la misma suerte. El partido cambió para la Real cuando Barrenetxea y Kubo ocuparon los extremos. Especialmente el japonés, que aceleró el juego por el costado derecho. Sus centros y sus disparos eran el principal peligro de la Real. En una de esas llegadas hasta la línea de fondo llegó una ocasión para Zubimendi, que no acertó en el remate.
Parecía que llegaba el gol en un lanzamiento de falta de Kubo que buscaba la escuadra. Pero apareció Schlager, el portero del equipo austriaco, para volar y evitar el gol. El guardameta visitante ya había sacado un remate de Sadiq sin demasiado ángulo.
La sensación que dejaba el partido es que la Real había entregado 75 minutos y que a Kubo le faltó tiempo para corregir lo que había sucedido en el principio. Aunque el premio al mejor jugador del partido se lo llevó Martín Zubimendi, que dio el susto con una torcedura de tobillo que quedó en nada.
La Real, que ya estaba clasificada buscará en Milán pasar como primera de grupo. Un empate le basta para mirar al Inter desde arriba.