Es el tenista más carismático de la nueva hornada. Un estilo propio venido de Grecia, con muchas inquietudes creativas fuera de la pista, con un tenis singular y de alto nivel con el que pelea ya contra todos y por todos los títulos. Stefanos Tsitsipas (1998) fue maestro con 21 años en 2019 y en este 2021 asume un papel más maduro, seis títulos, primer Masters 1.000 (Montecarlo), consolidado en la élite, y convencido de que está cada vez más cerca de un mordisco de los grandes. Aterriza en su tercer Mutua Madrid Open, donde en 2019 venció en semifinales a Rafael Nadal subrayando sus intenciones en el planeta tenis.
Estuvo muy cerca de vencer en la final del Conde de Godó a Rafael Nadal la semana pasada, ¿qué lecciones se llevó de ese encuentro?
Quizá que debí jugar con más espontaneidad y con la habilidad de no seguir el mismo patrón en algunos momentos. Ajustarme diferente a las situaciones que se presentaban. Hubo momentos en los que jugué más seguro de lo que debería, tenía que ser más agresivo y buscar mis golpes. Podría haberlo hecho diferente, hacer más daño a mi oponente. Sí, por supuesto, que he aprendido y seguiré adelante con eso en mi cabeza y tratar de cambiarlo la próxima vez.
¿Cuándo se dio cuenta de que podía, no solo jugar bien, sino competir y ganar a los mejores?
Quizá diría en Barcelona (en 2018, llegó a la final) me convenció de que podía hacer algo contra estos jugadores. Eso me dio un aprendizaje distinto del juego y lo que podía alcanzar como jugador.
¿De qué se siente más orgulloso en su evolución como jugador?
He trabajado mucho la parte física y también he trabajado muchas cosas del aspecto mental, algo que considero muy importante en la vida como deportistas. Muchos deciden no tener un entrenador mental, pero a mí me ayuda tener a alguien con quien hablar libremente de mis sentimientos. Mi equipo ha contribuido en mi crecimiento, me ha hecho mejor jugador. Esto, combinado con la experiencia de mis partidos del circuito, y de tener la oportunidad de competir contra los mejores, Nadal, Djokovic, Federer, al máximo nivel.
¿Juega de una forma especial cuando juega contra un zurdo como Nadal?
Tengo confianza con mi revés, igual que la tengo con mi drive. Así que no es un problema. Rara es la ocasión que sufro mucho con mi revés. Es un golpe que realmente me gusta y que controlo, así que no he tenido problemas grandes para jugar contra zurdos. Para ser sincero, me gusta jugar contra zurdos, se adaptan a mi juego.
Ha ganado a Nadal, Federer, Djokovic, ¿quién le pone en más apuros?
Diría… los tres. Sí, los tres. De una manera diferente.
Thiem confesó que, después de ganar el US Open, su primer Grand Slam, se sintió un poco vacío. ¿Cree que está preparado para ganar un Grand Slam y por el día después de tener que volver a ganar?
Creo que sí, que estoy preparado para ganar un Grand Slam. No hay razones que me digan que no puedo. He estado cerca. Y creo que a Dominic (Thiem) también se le juntó la lesión. He estado en esa situación y no es la mejor sensación del mundo. Cuando estás lesionado te sientes sin esperanza, estás desesperado por competir pero tu cuerpo te dice que no. Dominic alcanzó ese increíble éxito en esta era del tenis, con los increíbles deportistas que tenemos. Es uno de los tenistas que me inspiran. Creo que ganar un Grand Slam es el mejor sentimiento del mundo. Y en mi caso creo que me haría explorar mis límites e ir a por más. Dominic también es capaz de hacerlo. Estoy convencido de que nos enfrentaremos muchas veces y, espero que sea también en finales de Grand Slam.
Parece más calmado en los últimos tiempos, ¿es por la experiencia o trabaja las emociones?
Trabajo las emociones porque me di cuenta de que estar enfadado no me gustaba y tampoco me convenía. Es algo que he trabajado mucho para eliminar de mi presencia en la pista. Con la persona con la que llevo trabajando desde hace dos años, es un asesor deportivo.
Utiliza mucho las redes sociales para expresar su forma de ser, sus experiencias. ¿En qué medida le ayuda?
Para entender mi identidad como persona. Quién soy yo como persona. Sé que soy un tenista y conozco mi trabajo en el tenis, pero a veces siento que estoy un poco perdido en este mundo y que no hay nada más. Y para mí tiene que haber otros espacios en la vida para explorar otros intereses sobre mí. Me ayuda a identificarme a mí mismo y tener una mayor conexión conmigo mismo, en un sentido profundo.
¿No puede llegar a ser demasiada distracción?
Es una muy buena distracción y una forma de utilizar mi tiempo libre de forma productiva, haciendo algo bueno, ofreciendo entretenimiento para otros, quizá. También quiero ayudar a hacer de este mundo un lugar mejor con las herramientas que tengo, contribuir más, en diferentes categorías. Y hasta el momento creo que lo estoy haciendo bien, no excepcionalmente bien, pero sí lo suficiente. Y es una forma de sentir que puedo progresar, y dejar algún tipo de impacto. No solo en el mundo del tenis, sino también fuera.
Diría que es usted el más carismático y creativo de la nueva generación. A veces parece un héroe romántico del siglo XIX.
Muchísimas gracias. Es una forma muy bonita de decirlo. Estoy al día con las nuevas tecnologías, pero hay un lado tradicional dentro de mí. Soy un tipo romántico. Me gustan las rosas, salir y estar lejos de teléfono, pasar tiempo fuera de la tecnología, hacer cosas en la forma tradicional. Es quien soy. Y también me gusta añadir significado a mi vida, y tomar las cosas con más calma, más reposadas, porque siento que en esta era moderna todo va realmente rápido, a veces no puedes detenerte en nada. Hay muchas distracciones y tomarte las cosas con calma hace que aprecies más lo que vives.
Lo entrena su padre, y también Patrick Mouratoglou. ¿Qué le aporta su entorno?
Aprendo mucho de mi padre fuera de la pista. Es un tipo muy inteligente. Habla mucho, y a veces es difícil de manejar, pero la mayoría de las cosas que dice son muy acertadas, muy beneficiosas para aprovecharlas. Tiene buenas ideas, mucha sabiduría, sabe muchas cosas y sabe cómo enseñártelas. Mi madre, al contrario, es calmada, tranquila, no habla mucho, solo escucha. Y es muy emocional y creo que heredé eso de ella. Mi madre sabe jugar al tenis por lo que también me puede ayudar en eso de vez en cuando, y darme perspectiva.
Hay muchos tenistas que han dejado de sentir motivación por este tenis después del coronavirus. ¿Cómo fuera para usted?
Fue difícil al principio. No estaba nada motivado. pero después de un tiempo, llegó la nueva normalidad, como son las las cosas ahora. Para mí era nueva oportunidad de mostrar algo diferente, y competir de una forma diferente. La motivación es clave cuando juegas en estos niveles y afecta en tu carrera a todos los niveles. La motivación tiene que estar ahí cuando realmente quieres algo, cuando estás buscando un cambio en tu carrera. Ya llevo un tiempo en el top 5, top 6, pero tengo que empujarme hacia un capítulo nuevo, fresco. Ser 4 del mundo es difícil y requiere consistencia, pero consistencia sin motivación es difícil. Si eso no funciona, toda la cadena se rompe.
