Afronta el Barcelona las jornadas de Liga sin margen de error, como el equilibrista que vive encaramado a un alambre sin red bajo sus pies. De esta guisa visita esta tarde el Sánchez Pizjuán, un escenario del que hace poco se llevó un revolcón copero y que confirmó la fragilidad de los azulgranas cuando se enfrentan a equipos de más enjundia. Las engañosas goleadas logradas ante clubes modestos se tornan en sufrimiento e incluso sofoco cuando se miden a equipos con pedigrí en competiciones europeas o en partidos trascendentes. Le ha pasado ante el Sevilla en Liga (1-1 en el Camp Nou) y en Copa (2-0), el Real Madrid (1-3), el Atlético (1-0), la Juventus (0-3), el Athletic en la final de la Supercopa de España (2-3) o el PSG (1-4). Tan solo el 0-2 en Turín aparece como la excepción que confirma una regla que mantiene a los culés contra las cuerdas en las tres competiciones en las que aún mantienen algo de pulso.
«Parece que sólo jugamos nosotros partidos muy importantes. Este fin de semana se enfrentan los de arriba. Hay presión para todos, no más para nosotros y menos para los demás. Si eres entrenador del Barça, la presión existe en todos los partidos», se defiende Koeman, que esta tarde podrá contar con Araújo, recuperado de su esguince en el tobillo tras perderse cinco partidos. Es un respiro para el técnico holandés el alta médica del central, que no ha podido estar en las ultimas grandes debacles culés (Sevilla en Copa, PSGen Champions y Cádiz en Liga).
Está obligado el Barcelona a lograr dos victorias consecutivas ante el Sevilla, hoy en Liga y el miércoles en Copa, para no despedirse de las dos competiciones. «Son dos partidos diferentes. Hay que intentar ganar los dos. Este sábado debemos seguir con la racha que estamos haciendo en la Liga. Tenemos que sumar puntos y presionar a los de arriba», exigió Koeman sin dejar de pensar en el Villarreal-Atlético de mañana ni en el Real Madrid-Real Sociedad del lunes.
Aunque ni los precedentes ni la trayectoria esta temporada permiten abonarse al optimismo, el barcelonismo se aferra, una vez más, a Leo Messi, que ha recuperado su voracidad goleadora en este 2021. Suma 13 goles en los 13 encuentros que se han disputado en este nuevo año, superando a Lewandowski (12), Haaland (10) o Cristiano Ronaldo (9). Líder en solitario en la tabla de máximos goleadores ligueros, con 18 tantos, dos más que Luis Suárez, el argentino tiene en el Sevilla a su víctima favorita. Le ha marcado 29 goles. El pódium lo completa en Atlético (26) y el Valencia (25). El Sevilla, por su parte, aspira a una victoria que le coloque en la tercera plaza, con opciones de acercarse al liderato. «No estoy pendiente de ningún foro mediático, sólo del trabajo en la ciudad deportiva y en el partido siguiente, y ese es el Barcelona», suelta Lopetegui acotando los sueños del sevillismo.
