La Supercopa de España y los dieciseisavos de final de la Copa del Rey debían ser tres partidos en los que el Barcelona confirmara su mejora durante este inicio de 2021, en el que había encadenado tres victorias. Pero esos encuentros no solo pusieron de nuevo en evidencia las carencias de las que adolece el equipo en los últimos tiempos, sino que también han supuesto una elevada factura en un calendario demasiado exigente para el escaso fondo de armario del que dispone Koeman. Cayó con estrépito en la final ante el Athletic y sufrió inesperadamente ante el Cornellá, equipo de Segunda B que le aguantó 92 minutos sin encajar un gol.
Afronta el Barcelona el partido ante el Elche con tres prórrogas consecutivas en una semana, sin Leo Messi, que cumplirá el segundo partido de sanción, y con sus titulares sobrecargados de minutos ante la inoperancia de la segunda unidad, incapaz de resolver un encuentro como el de Copa y privando a futbolistas habituales como Dembélé, Pedri, Busquets o Griezmann de un descanso que necesitaban. Y por si todo este cóctel no fuera suficiente, los caprichos del calendario han determinado que el equipo azulgrana deba disputar ocho partidos fuera de casa, con el desgaste que ello supone por los ajetreados desplazamientos en tan corto espacio de tiempo. Desde que el 29 de diciembre el Barcelona recibiera al Eibar no ha vuelto a pisar el Camp Nou. Huesca, Bilbao, Granada, Córdoba y Sevilla (ambas en la Supercopa de España), Cornellá y Elche serán las siete ciudades en las que habrá jugado el equipo culé en estos últimos 20 días. Y a ellas hay que añadir Vallecas, donde el próximo miércoles se disputarán los octavos de la Copa.
«El Elche es muy competitivo, no hay contrarios fáciles de ganar y sabemos que hay un calendario muy apretado. Encima, hemos jugado tres prórrogas, que cansan al equipo. Es el séptimo partido fuera de casa, hemos tenido muchos viajes, choques a las 21.00 horas... Menos mal que jugamos el domingo por la tarde», radiografía Koeman, que nunca había vivido una situación similar: «Es brutal, son muchos partidos fuera de casa. He podido jugar tres o cuatro, pero ocho es una locura», lamenta. Y no esconde los problemas que tendrá para poder presentar hoy un once de garantías en el Martínez Valero. «Será importante recuperar gente porque el equipo necesita tener más frescura. Sergi Roberto ha entrenado hoy (por ayer) por primera vez con el grupo, necesita más, pero creo que pronto estará en la lista. Si hay un jugador con cansancio y sobrecarga, habrá que hacer cambios. Hay que intentar seguir y esperar que no tengamos más lesiones de importancia», aseguraba con cara de circunstancias.
Los suplentes, en entredicho
Además, las evidencias le han confirmado que tiene una plantilla mucho más corta que la que pensaba. El partido en Cornellá constató los motivos por los que Junior Firpo, Pjanic, Riqui Puig, Trincao o Braithwaite no tienen más minutos. Aunque Koeman reconoce que «es complicado para un jugador sin muchos minutos que tenga una oportunidad y tenga que demostrar su valía», es consciente de las limitaciones que tiene la plantilla, sin un fondo de armario de garantías. «Necesitamos en algunas posiciones del equipo más competencia», clama, aunque es consciente también de los problemas económicos que atraviesa el club y que le impiden acudir al mercado invernal para reforzarse. «Hay suficiente calidad, pero si queremos más hay que mejorar cosas», insiste, avisando de la dificultad para poder levantar algún titulo este año. Una derrota esta tarde le desahuciaría de la Liga.
