A Simeone hay que agradecerle lo que nos está pasando. Nuestro estado general de ansiedad se debe a que no ganamos todos los partidos y así alcanzar la misma altura que el Real Madrid y el Barcelona. Antes de Simeone la ansiedad la provocaba no ganar, como ahora, pero para alejarse lo suficiente de los puestos del descenso. Dice el entrenador del Aleti de Madrid que en cuanto se quite la ansiedad aparecerá la precisión. Como casi todo en la vida. Si nos hicimos del Aleti es para pasar muy juntos y apretados en la grada momentos como los que estamos viviendo ahora. Ese balón de Lodi a bocajarro en Villarreal lo cantamos todos como gol por la tele. Estamos en tiempos difíciles. Conviene recordar que los hubo peores y no nos quitamos. Por mucho que empiecen a reírse de nosotros, los que prefieren un Aleti irrelevante, no vamos a olvidar de dónde venimos y sobre todo lo que aguantamos a sabiendas. Toca apretar los dientes contra los rusos y después contra Osasuna, Betis y Levante. Con solo 6 partidos ganados en 16 jornadas no se entra ni en la Europa League. Por eso, ahora sobran los matices y todo lo demás también. Simeone nos ha traído hasta aquí. Solo sé que nos volverá a sacar del aprieto, otra vez. Lo hará. Sin Godín y sin Giménez como centrales que no dudan. Hermoso y Felipe están de prácticas. Con Lodi, pero sin la pausa de Filipe cuando pisaba el área y levantaba la cabeza. Sn Gabi como punta de flecha de la presión, pero con Thomas equivocándose de vez en cuando. Con Herrera dominando la ansiedad en la salida de balón como hacía el bendito Tiago. Saúl y Koke enganchan con aquel tiempo. Pronto harán todo bien. Cada vez les falta menos. El Aleti no tiene gol pero como todo el mundo sabe los detalles suelen arreglarlo. Un par de dedos de Asenjo mandó al palo el tiro malicioso de Joao Felix. El chico será una estrella pero de momento cuando le echa el balón por encima al portero no cae, sube. Simeone sabe de la ansiedad de la grada. Nos ha acostumbrado a ganar y ahora queremos que lo siga haciendo y que parezca bonito. Estamos en diciembre y cuando el frio aprieta más fuerte hay enroscarse la bufanda al cuello. ¿Ansiedad? Dejen a Simeone que siga con el tratamiento.
