Chip Ganassi vio en
Alex Palou la misma madera de campeón que le vio en sus inicios
Adrián Campos, figura clave para sacarle del karting y subirlo a un monoplaza debido a que la familia de Alex no disponía de los recursos económicos para hacerlo. Tras un camino duro, Palou llegó a la
IndyCar en 2020 con uno de los equipos más modestos del campeonato, sabiendo que se la jugaba y que tenía que demostrar su talento aprovechando cualquier oportunidad para continuar en el certamen americano. No le tembló el pulso. En su tercera carrera se subió al podio y explotó definitivamente en las míticas 500 Millas de Indianápolis. Debutaba en una de las carreras más importantes del mundo y lo hacía de pie, logrando algo que muchos no habían conseguido en múltiples intentos: se coló en el prestigioso 'Fast 9', en la que solo los 9 mejores se jugarían la pole. Había llegado sin patrocinio principal, con una mano delante y otra detrás, y dos horas después ya disponía de patrocinador por su gesta. Aquello fue el detonante definitivo.
Chip Ganassi, dueño de uno de los mejores equipos, había puesto sus ojos en él y ya no lo dejaría escapar. Había visto en
Palou el talento de futuro que necesitaba. Veía un campeón y apostó por su fichaje.
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