"Decisiones que cuestan vidas"
Existe un ambiente de incertidumbre entre el personal médico perteneciente a la Secretaría de Salud estatal, aquellos que fueron enviados a cuarentena por ser parte de la población vulnerable al coronavirus.
Desde el mes de marzo los médicos, enfermeras y demás personal de hospitales, particularmente quienes cuentan con más de 60 años, con embarazo o alguna enfermedad crónica, se les indicó que debían permanecer en sus casas ante el riesgo de contraer esta enfermedad mortal, la cual ha generado lamentables bajas en los nosocomios.
El temor radica en que por los pasillos de los hospitales y grupos de redes sociales, se dice que la autoridad de salud ya regresará a los trabajadores faltantes a sus labores cotidianas.
Ese terror crece cuando está por presentarse un inevitable rebrote de Covid debido al relajamiento de las medidas sanitarias entre la población, aunado a que se acercan los frentes fríos y con ellos el repunte en los casos de influenza, como cada temporada, pero ahora en un contexto todavía más peligroso.
Entre los comentarios del personal médico está el clamor para que "no los envíen al matadero", porque de nada habrá servido haber estado en resguardo tanto tiempo para tener que volver en un período más peligroso que durante el punto más extremo de la pandemia.
De por sí ya hay una incertidumbre ante la posible reapertura de más comercios y espacios públicos con la insistencia de que, al menos en la zona sur de Tamaulipas, ya sea hora de que se pase a la fase dos de la contingencia, debido a la crisis económica que han pasado los empresarios y trabajadores.
El personal de los hospitales insisten a quienes toman las decisiones que esperen aún más, que vean los ejemplos de otros países que han adelantado estas medidas y las consecuencias que han generado la reapertura a la normalidad cuando la gente todavía no entiende la gravedad del asunto.
Aún podemos ver en la ciudad cómo el transporte público no respeta la disposición de circulan al 25 y 50 por ciento de su capacidad. Los microbuses van llenos, escupen pasajeros por sus puertas y algunos no usan el obligatorio cubrebocas.
El regreso de la actividad comercial sí es necesario, pero a qué costo tendrá que suceder, cuántas vidas más se tendrán que perder para que otros ganen.
A partir de esta semana que viene empezarán los cambios bruscos en la temperatura y con ello un aumento en los casos de enfermedades respiratorias, entre covid e influenza, es prácticamente inevitable frenar el avance de estos males.
No queda más que escuchar a quienes se encuentran en el frente, en la primera línea de batalla contra esta terrible realidad, pues ellos tienen el pulso verdadero de la situación.