“Quiero dejar un legado”: Alfonso Rodríguez Saavedra
El deporte mexicano tiene muchas figuras que han dejado huella y se han establecido como leyendas. Un ejemplo es Alfonso Rodríguez Saavedra, el bolichista que logró marcas que duraron 28 años, además de una trayectoria de 56 años y 114 medallas.
Alfonso es un jugador que comenzó en pistas de madera y le ha tocado una evolución constante del boliche, con duelas sintéticas y bolas de resinas: "El boliche es un deporte que tiene muchas bondades, en contra de otros deportes; puede ser un entretenimiento maravilloso, lo puede jugar un niño de tres, cuatro años hasta una persona de 90 años y divertirse de la misma forma".
En entrevista con MILENIO-La Afición, Rodríguez Saavedra afirma que "el mexicano tiene una habilidad tremenda, somos muy imaginativos, hábiles para todo; si bien el europeo, el asiático, el mismo estadunidense o el canadiense son más disciplinados que nosotros, les cuesta más trabajo adquirir la habilidad que nosotros tenemos".
Para Alfonso, el boliche en México está en un periodo de transición: "Tenemos jugadores extraordinarios, pero son muy contados, en Estados Unidos en Europa, en Asia hay jugadores extraordinarios, pero muchos".
Ante la falta de exponentes en esta disciplina que puedan emular sus logros, él aspira a ayudar al desarrollo del boliche con el libro "Tu pasión puede ser tu destino" (disponible en libroalfonso@gmail.com) , y en el que relata algunas de sus experiencias en este deporte.
"Mi idea es tratar de dejar un legado, sobre todo para mi país; mucha gente me ha ayudado en mi carrera, muchas que me ayudaron a nivel nacional e internacional, que me ayudaron y lo hicieron de buena fe, con el mejor afán. ¡Qué bueno que yo pueda aportar los conocimientos que ellos me dieron y repartirlos!".
En su libro, Rodríguez Saavedra recopila experiencias de sus 56 años como amateur y profesional; contiene anécdotas, fotografías inéditas, notas periodísticas, una sección técnica, en la que aconseja al lector cómo tirar, hacia qué dirección, el equipo necesario, los cambios de pistas, las estrategias y todos los aspectos físicos del juego, así como otra sección sobre el aspecto mental y la necesidad de pensar en forma positiva.
El bolichista que en 1985 ganó el Campeonato Mundial de Boliche en Seúl y cinco años antes consiguió el segundo lugar en Yakarta, también nos habló sobre las bondades de este deporte: requiere de poca fuerza física para lograr un tiro natural y consistente, pero la magia está en el dominio de la muñeca y la técnica.
"En el boliche te apasionas muy fuerte, porque tú eres propio rival. Cada que tú dejas de hacer algo, de aprender, de competir, son los límites que te pones en tu desarrollo como deportista en boliche; el aspecto mental es el más importante del juego", aseguró quien el 3 de noviembre festejará su cumpleaños 70.
Sus logros le han permitido llegar al Salón de la Fama del Boliche, en una ceremonia que se llevará a cabo en San José, Costa Rica, siempre y cuando las condiciones sanitarias por la pandemia permitan su desarrollo. Para él, se trata de un reconocimiento a su amplia trayectoria, además del orgullo de representar al país en competencias internacionales: "Siempre he pensado que el representar a México es un apoyo que te da más fuerza a que si fueras a un evento a competir por dinero", sentenció.