Sin encierro, ¿se debe abandonar Zoom?
Toda la vida humana está en Zoom. En los últimos tres meses, el servicio de chat de video al que hay que recurrir durante la pandemia ha celebrado reuniones de trabajo, despidos masivos, cumpleaños, bodas y rupturas. Ahora las rupturas en línea son tan comunes, que los abandonados hablan de que fueron zumped.
Esta semana, la compañía estadunidense duplicó su pronóstico de ventas para todo el año a mil 800 mdd, el tipo de actualización que se produce una vez en la vida de una empresa, si es que sucede.
La orientación, de acuerdo con la directora financiera, Kelly Steckelberg, es “conservadora”. Zoom tiene razón en que el lento retorno a la normalidad significa que los servicios de videoconferencias seguirán siendo esenciales.
Cuando Zoom salió a bolsa en abril de 2019, afirmó tener un mercado potencial total de 43 mil mdd para 2022. Esta fue una afirmación audaz para una empresa de tecnología de EU con la esperanza de causar sensación. Sin embargo, ahora Zoom desea que los inversionistas crean que su mercado potencial creció todavía más.
El motivo es obvio. Desde que Zoom se unió al mercado, el precio de sus acciones subió casi un 500 por ciento. Con 59 mil millones de dólares, su valor de mercado excede su propia predicción de mercado potencial total.
¿La pandemia realmente aceleró la adopción de las videoconferencias? En los resultados del primer trimestre, Zoom se adhirió a las cifras que había anunciado, y dijo que el pico de participantes de reuniones diaria superó 300 millones por día, en comparación con solo 10 millones en diciembre.
No es hora de abandonar las acciones de Zoom, aunque la firma sucumba a la debilidad característica de la industria de la tecnología de divulgación difusa. Un flechazo que se conoció en línea con un filtro de belleza puede decepcionar cuando descubres las verrugas y todo lo demás.
