Cómo hacer Garudasana
En la colaboración de la semana pasada hablamos de Garudasana, una postura ideal para empoderar conscientemente los propósitos que queremos conseguir en el año. En esta ocasión te diremos cómo realizarla y sus beneficios físicos, mentales y espirituales.
A nivel físico, Garudasana favorece el sentido de equilibrio y la circulación en las piernas, estira los hombros, espalda, muslos y caderas, fortalece los muslos, tobillos y pantorrillas, y puede ayudar a disminuir el dolor de espalda baja. “Aunque la postura parece de cierre, en realidad abre el espacio entre los omóplatos, libera la tensión en la espalda superior y la apertura de la parte posterior de la caja torácica y el corazón”.
A nivel energético, el flujo en Muladhara, el chakra raíz; Anahata, el chakra del corazón, y Ajná, el chakra del tercer ojo, mejoran. Es una postura en la que se trabaja con las cerraduras energéticas o bandhas, por lo que la concentración de energía que se genera disuelve las semillas kármicas en estos centros de conciencia, permitiendo la evolución interior desarrollando el discernimiento a través de la mirada del águila.
En el nivel espiritual, el desarrollo de la apertura del corazón hará que la fortaleza interior se vea iluminada por la sabiduría del águila para mirar más allá de lo evidente.
Armando la postura
Se inicia parado en Tadasana, con los pies separados a lo ancho de las caderas y bien conectados y arraigados a la tierra. Las rodillas no deben estar bloqueadas o rígidas.
Levantar el pie izquierdo y, en equilibrio sobre el pie derecho, cruzar el muslo izquierdo sobre el derecho. Apunta los dedos del pie izquierdo hacia el suelo. Luego trata de enganchar la parte superior del pie detrás de la pantorrilla derecha. Doblar las rodillas ligeramente en actitud de silla.
Estirar los brazos hacia adelante, paralelos al suelo, abriendo los omóplatos. Cruzar los brazos delante del torso colocando el brazo derecho por encima del izquierdo, luego doblar los codos. El codo derecho se apoya en el hueco del izquierdo, y se elevan los antebrazos perpendiculares al suelo. Las manos deben hacer presión una frente contra la otra. Los codos se levantan y se estiran los dedos hacia el cielo.
Mantener la posición de 15 a 30 segundos. Descansar y repetir con la polaridad contraria de las piernas.
(Con información de yoguiyoga.es, insayoga.com y sadhanasenderodelyoga.blogspot.com)
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