¿Qué hacer?
Navidad y Año Nuevo son propicios para que las mujeres y hombres de buena voluntad nos preguntemos qué deberíamos hacer para ayudar a construir un mundo mejor.
Las buenas intenciones, por insustanciales y fugaces, no bastan para aliviar el dolor que lacera a millones con la crueldad, el hambre y las enfermedades.
Periódicamente se recrudecen las batallas en los países mártires del Medio Oriente, África y Asia del Sur.Se tensan las relaciones internacionales y crece la amenaza de la guerra.
En muchos países estallan movimientos sociales en contra de los gobiernos y el orden establecidos.
Es como si de manera cíclica se elevara una gran ola de locura colectiva que arrastra a países completos en el vértigo de la decadencia, el descontento y el odio.
Ahora vivimos uno de esos momentos trágicos que nos obliga a pensar quépodemos hacer a nivel personal por el bien de nuestra vida, comunidad y mundo.
Lo que podemos hacer es transformar los buenos deseos pasajeros en un esfuerzo consciente y sostenido para ser mejores seres humanos.
Uno de los misterios profundos de la Navidad y los antiguos ritos invernales, es la posibilidad que todos tenemos en renacer en nuevos seres humanos.
Para que nosotros podamos lograr ese renacimiento podemos seguir las enseñanzas de Umberto Eco y Carlo María Martini expuesta en su diálogo:
¿En qué creen los que no creen?; y del Dalai Lama que predica una ética que trascienda las reglas y prohibiciones de las religiones.
Construir con esas bases una nueva ética para cultivar en nosotros de manera continua un impulso sincero de amor, compasión y respeto por nosotros, por los demás y por la tierra.
Asumir un nuevo comportamiento que de manera sencilla y eficaz nos discipline para pensar y actuar correctamente.
ciher57@hotmail.com