No regale basura
Sin importar cuál sea el origen de la tradición de ofrecer regalos durante la Navidad, ésta se ha extendido a muchas regiones del mundo.
Algunos afirman que fue durante la fiesta romana Saturnalia en la cual se honraba a Saturno, dios del grano y la agricultura, y en la que los participantes se intercambiaban regalos como muestra de buenos deseos.
Otras teorías sobre esta costumbre la relacionan con los regalos que los Reyes Magos llevaron al Niño Jesús al pesebre.
Algunos más afirman que los griegos daban presentes a sus huéspedes para alejar a los malos espíritus.
Los regalos traídos por Santa Claus o Papá Noel parecen tener su origen en el siglo IV, en donde ahoraesTurquía; ahí habitaba un joven que heredó una gran fortunaque luego sirvió para repartir regalos entre los más desprotegidos.
No es trascendental saber dónde, cuándo o quién creó esta tradición, lo cierto es que se ha convertido en un ritual social que desata voraz consumismo; guerras de mercadotecnia que prometen una gran cantidad de amor empacada en tal o cual producto, o bien, una tradición que deja pesadas culpas cuando no estamos en la posibilidad de dar a todos nuestros seres queridos algo aunque sea simbólico.
Además del desgaste económico que trae consigo la época, le invito a reflexionar sobre el deterioro ambiental que conlleva, pues cada regalo que ofrecemos, y que ya tiene un empaque, etiqueta o bolsa, queremos arreglarlo más lujosamente con un ropaje navideño.
Es más, tenemos la idea de que entre más bonito sea el envoltorio, más lo apreciará el agasajado.
No nos ponemos a pensar en toda la basura que generamos, todoslos deshechos innecesariosque hay detrás de un presente.
También es necesario aligerar la carga de quienes trabajanreparando el daño colateral de nuestras compras.
Ojalá coincida conmigo en que es urgente evitar la influencia por el frenesí del consumo que conlleva la época, y, con ello, la irremediable contaminación que deja.
Moños, bolsas, papel, cinta, cajas, botes, etc., no podrán envolver el amor y el agradecimiento que deseamos demostrar, pero sí dañan a Tonantzin, Pachamama, Gaia o Madre Tierra.
Seamos agradecidos con quien nos ha dado un lugar para vivir. No sólo en Navidad, piense en ello durante todo el año.
Sea un agente de cambio. Regale tiempo y cariño constantes, no basura.