La necesidad pierde ante la necedad
La “cobija” de los programas sociales de los tres niveles de gobierno de extracción morenista, no serán suficientes para apaciguar la inquietud y malestar social por los nuevos gravámenes para el año fiscal 2020.
Fue la manifestación callejera de la agrupación popular de vendedores ambulantes “28 de Octubre” la expresión más organizada contra medidas impositivas poco populares como el reemplacamiento vehicular.
El gobierno estatal puede tener todas las razones respecto a la presunta inutilidad de las actuales láminas vehiculares para aspectos de “seguridad”, pero remediarlo, en caso de ser sólido tal argumento, tienen que pagar la totalidad de propietarios de vehículos automotores.
Si bien la protesta activa por el reemplacamiento de “28 de Octubre” es la manifestación más organizada, la inconformidad “pasiva” es la ciudadana que se escucha en las cafeterías y en las pláticas caseras de sobremesa.
Los contribuyentes cautivos no tendrán salida frente a una obligación antipopular porque lastima los ingresos familiares, sin ser una necesidad prioritaria pagar por el canje de placas, pero lo que “los enchila” es el amago de una multa de hasta 8 mil pesos, de no cumplir con la renovación.
También les incomoda el incumplimiento de la promesa electoral u oficial gubernamental de no utilizar los colores del partido gobernante en el mobiliario público, la señalética oficial, etcétera, con fines propagandísticos, y es justo lo que ocurre.
La opinión generalizada es que se trata de un gasto innecesario repintar el transporte púbico, la flotilla vehicular oficial, las patrullas de las policías, las ambulancias de SUMA, y ahora lo serán las placas de circulación vehicular y los tarjetones de circulación.
Una opinión similar se tiene del gasto innecesario de reubicar la Estrella de Puebla, que reubicará en el gobierno en la zona de San Francisco, cuando la oferta electoral y postura oficial es que era innecesaria y “fifí”, frente a la “pobreza” imperante en la entidad.
En una ciudad capital, en la zona metropolitana y en las regiones del estado, cuando lo urgente es la seguridad pública y los servicios públicos eficientes como la pavimentación, el alumbrado y el transporte público, ¿por qué la prioridad ahora es lo ornamental, que tanto criticaron a los gobiernos anteriores?
pablo.ruiz@milenio.com