Iglesia San Miguel Arcángel, pilar del catolicismo en La Laguna
La parroquia de San Miguel Arcángel del ejido El Porvenir, municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, comenzó a construirse en el año de 1882 y fue hasta diez años después, en 1892 que empezó a funcionar en terrenos de los hacendados de origen español. Lleva ese nombre en honor al patrón y dueño de la hacienda de ese entonces.
Lourdes Vázquez Bernal, catequista de la iglesia comentó “en el año de 1892, comenzó a funcionar como iglesia, tenía como párroco al sacerdote Lucas Cervantes Arambula, el cual no estaba de planta porque atendía a otras dos parroquias que eran de Coyote y Sierra Mojada. Duraba un mes de cada parroquia y se trasladaba en burro”.
Las misas se oficiaban a puerta cerrada por que había una persecución, se ofrecían de frente al sagrario y de espaldas a los peregrinos.
El sacerdote Lucas, cambió el nombre de parroquia por el de 'María Auxiliadora', pues para él era más significativo la imagen de la Virgen que un cuadro de San Miguel Arcángel que habían donado los dueños de la hacienda.
MISAS EN LATÍN
A fines de la revolución cristera, el Papa, dio la orden de que se oficiara la misa de frente al pueblo y se ofrecía en latín. Antes del reparto en el año de 1936, los dueños de la Hacienda El Porvenir se hacían cargo de las misas, catecismo y todo lo concerniente a la Iglesia, dos hijas de los patrones se hacían cargo del catecismo.
Luego del reparto agrario, el padre Lucas, se fue y llegó el padre Alejo Ollervides en el año de 1941. El sacerdote investigó los orígenes y se dio cuenta de que el patrono de la iglesia era San Miguel Arcángel y así fue registrada.
Ya se oficiaban comuniones y en 1941, cuando viajó el obispo de Saltillo, Jesús María Chavarría a oficialas, eran los domingos a las 5 y 8 de la mañana para las bodas y a las 12 del mediodía. En la iglesia se encontraba un palco y ahí tocaban con órgano los del coro, con el organista Santos del Toro.
FUE RECONSTRUIDA
La iglesia fue reconstruida a causa de un daño en su infraestructura gracias a la cooperación de toda la comunidad, siendo el comisariado ejidal José Ubaldo Zapata en el año de 1974.
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
En ese entonces el obispo Fernando Romo de la diócesis de Torreón, traslado a la ciudad de Francisco I. Madero la parroquia y lleva ahora el nombre de Sagrado Corazón de Jesús, siendo todavía párroco de planta el sacerdote Alejo Ollervides, donde espera su cambio en la catedral del Carmen hasta inicios de los años setenta.
Los padres que siguen después del padre Alejo Ollervides, fueron Rodrigo Marrero Díaz de San Pedro de las Colonias, el padre Miguel inicio las jornadas de estudio de la Biblia, junto con unas madres de Torreón.
Cuando se fundó la parroquia de San Miguel Arcángel, pertenecía a la diócesis de Torreón, y fue los primeros cinco templos en Coahuila.
EL TEMPLO RESGUARDA IMÁGENES ANTIGUAS
Martha Patricia de Loera, encargada de la iglesia grande a San Miguel Arcángel desde el año de 1997, llegó a El Porvenir. Es originaria del ejido Buena Vista, desde hace 29 años. Se casó y desde entonces es la encargada de la Iglesia, hubo gente que trabajó mucho por conservar la iglesia.
El templo se construyó porque la iglesia era necesaria, pues creció el número de habitantes y en las fiestas patronales, ya no cabía la gente.
Conserva imágenes muy antiguas como es el cuadro de la Virgen del Carmen y la Virgen de la Inmaculada Concepción que son de las fundadoras y que se localizaba en la parroquia inicial en esta comunidad de El Porvenir, desde el año de 1882.
Las imágenes están protegidas en la sacristía de la Iglesia, como son un misterio la Virgen María y San José que tienen partes móviles.
EXISTEN FOTOS DE LOS SACERDOTES FUNDADORES
Además en la sacristía tienen las fotos de los sacerdotes fundadores y de los obispos de la Diócesis de Torreón. También conservan vestimentas que datan de principios del siglo pasado, además de estandartes de la década de los años veinte, tienen libros para oficiar la misa escritos en latín.
La iglesia tiene amplios espacios para recibir a la comunidad de católicos del ejido El Porvenir, también su altar es de cantera, como lo son en las iglesias de San Pedro de las Colonias y Francisco I. Madero. Los domingos se ofician misas, acuden los feligreses y celebran las fiestas de San Miguel Arcángel en el mes de septiembre, desde tiempos de la Revolución Mexicana.
“EL CATEQUISMO, UNA TRADICIÓN DESDE LA ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN"
Guadalupe Villarreal Favela, con 88 años de edad, es originaria de San Jacinto, Durango, fue registrada en Ciudad Lerdo, desde muy chica vive en El Porvenir, debido a que su padre trabajaba para Don Pedro y Don Carlos Franco, como mayordomo.
“Llegamos en burro con metate y todo, nos dieron casa desde principios del siglo, la iglesia ya funcionaba, había un órgano y coro, el padre de ese entonces oficiaba misa y asistía todo el pueblo”.
Había casas viejas, que pertenecían a la hacienda, el patrón se llamaba Miguel, aunque dice, “nunca conoció”.
El padre que oficiaba la misa los domingo, continuaba su recorrido a Sierra Mojada en burro, “no quería almorzar porque se le hacía tarde”.
El padre Lucas, vivía en Coyote e iba a El Porvenir a oficiar misa, en ese entonces se sembraba mucha flor, para que las jovencitas y niñas las ofrecieran en el mes de Mayo, dedicado a María. Había muchas catequistas, eran señoritas ya macizas, había un muchacho que era el monaguillo, era el que subía al altar, porque las mujeres no podían hacerlo, era prohibido.
Las niñas del catequismo, lavaban los floreros y adoraban al Santísimo, el piso de la iglesia era de ladrillo, en la puerta se ponía una señora que vendía cigarros de hoja y cuidaba que los burros no se metieran al templo, porque no había barandal, unos metros más adelante estaba el tajo que traía el agua para el riego de los campos.
La misa la oficiaba el padre de espaldas al pueblo. Antes existía un mercado afuera de la iglesia, desde la vía del tren, lo montaban los árabes, vendían ropa, zapatos, ya que se realizaban tres misas los domingos.
“La gente de El Porvenir siempre fue muy católica, y rezaban el Rosario a diario”. Doña Guadalupe participaba desde niña en las misas, leía en un libro lo que el padre decía en latín, ya que el solamente se volteaba para dar la bendición.
Las niñas del catequismo, barrían la iglesia, los dueños de la hacienda se encargaban del mantenimiento, el altar sólo tenía un cuadro de San Miguel además de un Sagrado Corazón.