Todos podemos ser como Messi
Andrei Kurkov era un escritor ruso que la mañana del 28 de mayo de 2011 se despertó cubierto de sudor y un desagradable gato rojo sobre sus rodillas. Lo echó de una patada y, todavía nervioso, se apresuró a asegurarse de que no continuaba dormido. ¿Cómo? Siempre hacía lo mismo. Pidió tostadas y nadie le trajo tostadas. Estaba despierto. Si los sueños no se cumplen es que la vida ha vuelto a la normalidad. Pero la imagen de la pesadilla que le había sobresaltado hasta despertarle todavía le atormentada. Había soñado que Lionel Messi había perdido un pie, lo que era horrible, pero lo más horrible es que lo tenía él en el cajón de su escritorio.
Aún recordaba el horror y el miedo al verlo, sobre todo cuando oyó como picaban a la puerta y al poner el ojo en la mirilla vio como allí había 500 millones de fans del astro argentino. Todos vestían con su camiseta con el número 10 y la misma cara de arrancar el corazón al responsable que había perdido el pie del mejor jugador de fútbol de todos los tiempos. ¿Qué pie? le preguntó el gato rojo en ese momento, pero qué podía importar eso. Bueno, Messi es zurdo, dijo incrédulo el gato y Kurkov lo mató de un pisotón con el pie izquierdo de Messi.
La puerta seguía sonando hasta que 500 millones de personas empezaron a golpearla y acabó por caer abajo. Le pillaron justo con el pie de Messi matando a un gato. ¡Uuuuyl!, gritaron todos, porque el gato continuaba vivo y huyó a la casa del vecino. Entonces se fijó en aquellos 500 millones de personas y ninguno tenía el pie izquierdo y todos querían aquel pie izquierdo. Malditos zurdos. ¡No, es mío, yo lo he encontrado!, exclamó entonces Kurkov mientras todos se abalanzaban sobre él.
En ese momento se despertó. Al escritor le entró de nuevo un fuerte escalofrío al recordar su extraño sueño. ¿Qué podía significar? Daba miedo sólo pensarlo. Y más cuando alguien empezó a golpear con frenesí la puerta de su casa. ¡Andrei, abre de una vez!, se oía y Kurkov se acercó a la mirilla de la puerta aterrado. Allí había cuatro personas con la camiseta de Messi. Eran sus amigos que venían a ver la final de la Champions a su casa. Al menos todos tenían dos pies. Los dejó entrar con una condición, que nadie fuese a su escritorio.
La figura de Messi tiene tal dimensión que en la actualidad lo abarca todo. Ha trascendido el fútbol y el deporte para convertirse en un auténtico mito. A veces hasta no parece una persona real, sólo una proyección de perfección y excelencia. Uno mira sus goles como los románticos leían poesías y la exaltación es catártica y liberadora. Ese es el poder de Messi, hace que los sueños se cumplan. Por eso no es extraño que el Cirque du Soleil haya aceptado el reto de crear un montaje dedicado a su figura y con un mensaje claro, todos podemos ser un 10.
Todo está listo para que el 10 de octubre se estrene «Messi10», la primera fusión entre deporte y las acrobacias poéticas de Cirque du Soleil. El parque del Fórum, en la conocida como zona «Mordor» en el festival Primavera Sound, acoge la carpa y todo un parque de atracciones dedicado a la figura del futbolista argentino. La idea no es hacer una biografía aérea del rosarino, sino unir toda una serie de números para subrayar los valores que Messi desprende. «Sobre todo nos interesaba trabajar con la idea de que no importa cuántas veces te caigas, lo importante es siempre volver a levantarse», aseguró ayer Mukhtar Omar Sharif Mukhtar, responsable de la creación del espectáculo.
Un día para ser el astro
Ayer mostraron tres números del espectáculo y lo que queda claro es que el montaje es una fiesta sensorial donde los números de acrobacia se unen con las nuevas tecnologías y un espectacular juego de vídeo y luces para intentar poner los pelos de punta al espectador. Entre los gadjets hay pelotas teledirigidas, robots y juegos de niveles. «Hemos intentado poner en números circenses lo que significa el dribbling de Messi osu capacidad de liderazgo o su equilibrio y definición ante la portería», señaló el director creativo, quien aseguró que cada día se podrá participar en diferentes actividades bajo el lema «Messi10 Challange LaLiga» que servirán para escoger entre el público un Messi. Entre los números, destaca uno ambientado en unos vestuarios en donde diferentes artistas hacen malabares con la pelota y otros hacen malabares con los pies con los cuerpos de otros acróbatas, al ritmo de «Freedom», de Pharrell Williams. En otras, se hacen castillos humanos de a cuatro de un único impulso o se imita la ultradefinición de la repetición de un gol con doce artistas formando un eco con sus cuerpos. «No es sólo para amantes del fútbol y de Messi», aseguran. Y tienen razón.