Las pensiones han registrado una subida real del 23% desde 2008
Pensiones dignas. Esa es la petición que, en los últimos meses, vienen haciendo los miles de jubilados que con periodicidad se vienen manifestando por toda España. Aunque la pensión media del sistema es de 987,93 euros, según los datos oficiales de abril, la realidad es que hay provincias como en Lugo donde apenas supera los 700 euros, insuficientes en muchos casos para llegar a fin de mes. En otras como Madrid, sin embargo, supera los 1.000 euros.
Pero a pesar de que se trate en muchos casos de pagas bajas, la realidad es que, en la última década, las pensiones han subido. Y con fuerza. Según cálculos de Rafael Domenech, responsable de análisis de Macroeconomía de BBVA Research, entre diciembre de 2007 y noviembre de 2018 la pensión media en España se ha incrementado un 23,1% en términos reales. Es decir, descontando los efectos de la inflación. En términos nominales, el incremento ha sido mucho mayor al pasar en el periodo analizado de 678,86 euros de media a 959,91, un 41,4%. En este mismo periodo, la pensión de jubilación ha experimentado un avance muy parecido, de 766,62 euros a 1.106 euros, un 44,3% más.
La nómina de las pensiones es la partida que más recursos detrae de los Presupuestos Generales del Estado. En abril ascendió a 9.598 millones de euros, marcando un nuevo récord histórico tras incrementarse un 7,06%. Las pensiones de jubilación, con 6.831 millones, son las que más dinero se llevan. Y este gasto no parará de crecer por el envejecimiento de la población. Para este ejercicio, se prevé que el déficit de la Seguridad Social alcance los 18.000 millones de euros, similar al de 2018.
A pesar de estos incrementos y de advertencias de organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que han solicitado medidas "urgentes" para garantizar la sostenibilidad del sistema, ningún partido parece dispuesto a renunciar al granero de votos que representa este colectivo. Todos parecen de acuerdo en que hay que ligar la revalorización de las pensiones al IPC para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo a pesar del riesgo que esto pueda suponer para las cuentas de la Seguridad Social.