Luis Enrique confiesa la «tensión» que tuvo con Messi en 2015
Era enero de 2015, un mes tormentoso para el Barcelona, que en mayo de ese mismo curso firmó el segundo triplete de su historia: Liga, Copa y Champions. El final fue feliz, pero hasta llegar ahí hubo turbulencias. Messi volvió el día 2 de las vacaciones de Navidad y en el primer entrenamiento le hicieron una falta al «10» que el «árbitro» no pitó. El árbitro era Luis Enrique, y el jugador se enfadó y se enfrentó con el técnico. «Fue en un momento dado en un entrenamiento, después de las vacaciones. De repente por una falta no pitada sobre Leo, perdió los papeles con Luis Enrique. Se dijeron cuatro cosas», desveló más tarde Mathieu. Dos días después era el primer partido del año en Anoeta y el Barcelona perdió. Messi empezó en el banquillo y el lío no hizo más que crecer. Esa derrota le costó el puesto al entonces director deportivo, Andoni Zubizarreta, y corrió peligro el futuro del entrenador. Pero todo se solucionó, y de qué manera: el tridente Leo, Luis Suárez y Neymar empezó a carburar de forma imparable. «Hasta que se solucionó todo hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué sin ninguna duda, pero que apareció y que tuve que gestionar. Pero a día de hoy sólo puedo hablar maravillas de Leo Messi», confesó el ahora seleccionador español en una entrevista en Catalunya Radio.
El Barcelona acabó esa temporada ganando todos los títulos y la muestra de la paz fue el abrazo entre Messi y su entrenador en el césped del Olímpico de Berlín al superar a la Juve en la final de la Champions. Las palabras de Luis Enrique ahora son de elogio para el que fuera su futbolista: «Estamos hablando de “Matrix”, donde la imagen se ralentiza y puedes hacer lo que quieres, eso es lo que hace Messi. Visión periférica, regatear por aquí o por allí, sólo se lo he visto a Iniesta y sobre todo, por encima de todos, a Messi». El asturiano también desveló que al comienzo de su tercera temporada ya dijo al club que le fueran buscando sustituti: «Fue de manera egoísta, pero yo ya no tenía más energía para dar». Ese curso ganó «sólo» la Copa.