La supuesta estafa de ataúdes en Valladolid deja miles de afectados en 20 años de actividad
La supuesta estafa que realizó el grupo funerario El Salvador, en Valladolid, que a la hora de la incineración cambiaba ataúdes de alta calidad por otros más baratos para luego revenderlos, al igual que con las coronas de flores, se extendió durante al menos dos décadas dejando miles de personas afectadas.
La investigación sigue, pero el engaño, con organización criminal incluida, «toca la fibra sensible de los ciudadanos» en los momentos en los que «se sienten más vulnerables», señaló la delegada del Gobierno, Virginia Barcones.
Los 15 detenidos -una tercera parte corresponde a directivos de la empresa y el resto trabajadores- pasarán a disposición judicial «lo antes posible», según explicó junto al jefe superior de la Policía, Jorge Zurita.
En total en el marco de la primera fase de la operación, que arrancó el jueves por la mañana, se llevaron a cabo siete registros, dos en las oficinas, donde también se ubican los crematorios, y otros cinco en inmuebles particulares. En ellos se hallaron 981.785 euros y se incautaron de ocho ordenadores, un servidor y un importante volumen de documentación, entre ellos libros de registros. El instituto armado estima en «millones de euros» el daño económico de la estafa.
Aunque lo investigado afecta al periodo entre 1995 y 2015, que es del que hay documentación, no se descarta que el engaño no haya continuado ni haya más detenidos en fechas próximas.
Barcones sostuvo que ninguno de los arrestados cuenta con antecedentes y confirmó que la investigación arrancó en 2017 a raíz de una denuncia de la propia empresa contra un extrabajador, ya jubilado, por un intento de chantaje, lo que destacó las sospechas de los agentes.
De hecho, el empleado fue condenado por un delito de extorsión a un año de prisión. «Gracias al excelente trabajo de un operativo compuesto por 76 funcionarios de la Policía Nacional se ha conseguido desenmascarar a los autores de esta estafa perpetrada cuando el ultraje es mayor, en el momento del último adiós», criticó la delegada.
En la operación, bautizada «Ignis» (fuego en latín), ha intervenido también el área de vigilancia aduanera.