Madrid, la fábrica del fútbol chino
las ocho de la mañana, cuando los más pequeños de la casa se preparan para ir al colegio y los más perezosos apuran sus últimas horas de sueño antes de que suene el despertado, en una residencia al norte de Madrid, Cobeña, arranca la jornada para los cien niños de la Academia Guangzhou Evergrande. Son el futuro del fútbol chino que se prepara en España. «Lo que más les cuesta es el tema de la comida», confiesa Roberto Fresnedoso, ex jugador del Atlético de Madrid y ahora director deportivo de la escuela que Evergrande tiene en Madrid.
Una academia, que gestionada por el club asiático, recibe desde 2014 a cientos de jugadores chinos que vienen a nuestro país a adiestrar sus habilidades futbolísticas durante cuatro años, de los 13 a los 17. «La idea es que vuelvan mejor preparados a su país. Nuestro objetivo es que sean jugadores de la primera plantilla de Evergrande y si no, que sean jugadores de fútbol, de élite y que puedan colocarse en España o en Europa», afirma Roberto Fresnedoso.
Desayunan, se ponen el traje de corto y marchan directos al campo de entrenamiento, donde les esperan los técnicos españoles que tienen la difícil tarea de pulir a estas perlas del fútbol chino. «Llama la atención lo disciplinados que son, la atención que te muestran y la ilusión que tienen por aprender», comenta el director deportivo. Una disciplina que también llevan a rajatabla en sus estudios, porque aquí también es muy importante la formación académica. «Por la tarde van a estudiar al Liceo Europa. Tienen cuatro profesores nativos que les dan clases en chino. Como cualquier otro niño practican una disciplina deportiva y también estudian. Lo único que lo hacen al revés de los demás», comenta Roberto.
Con un intérprete en cada uno de los cuatro equipos que conforman la cantera de Evergrande, más otro sólo para los porteros, los entrenadores se encargan de transmitirles una idea clara y que no entiende de fronteras: jugar bien al fútbol. «Allí los equipos tienen un juego mucho más directo, mucho más basado en defensas y en la preocupación por el resultado más que por las formas. Aquí queremos enseñarles que la posesión del juego es muy importante», señala el ex jugador rojiblanco.
Vienen a España porque en China, todavía el fútbol no ha logrado entrar de lleno en el país tecnológico. «Las infraestructuras allí no son buenas, no hay muchos campos ni muchas ciudades donde se juegue. Hay cuatro o cinco equipos contados con los que puedes competir, pero te tienes que desplazar unos 1000 Km». Todo lo contrario a lo que ocurre en Madrid, donde compiten con asiduidad contra equipos de gran nivel. «Aquí llamas a la puerta del Leganés, Getafe, Majadahonda, Alcorcón y puedes contar con ellos», afirma Roberto.
Como no pueden jugar una liga regular, debido a que la ley de protección de menores no permite que los jugadores extranjeros menores de dieciocho años puedan participar en ellas, los chicos, además de disputar amistosos, este año participan en la «Evergrande Madrid Championship». Un torneo creado y costeado por Evergrande para que sus niños se enfrenten a las categorías inferiores de clubes madrileños.
Lo que más les cuesta, al margen de la lengua, el clima y las costumbres que tenemos aquí, es la gastronomía española. Había que hacer algo y desde Evergrande surgió una idea: importación de origen. «Es difícil que un chico que viene de China acabe comiendo comida occidental, así que tuvimos que traer a un cocinero oriental que les hace las comidas que les gustan», cuenta Roberto Fresnedoso. Tienen que tener una buena alimentación porque la comida de mamá solo pueden comerla dos veces al año, cuando se marchan de vacaciones. «Regresan a casa los meses de enero y julio, para que podamos hacer una planificación más acorde con la realidad que tenemos aquí en España», dice el ex futbolista.
Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid son los equipos preferidos por este grupo de niños que sueñan con triunfar en Europa. «Hay que respetar un proceso de aprendizaje, pero estoy convencido que acabarán jugando a primer nivel», afirma el director deportivo.
LaLiga es su destino preferido, pero en Evergrande les esperan con los brazos abiertos.