Ricardo González, el juez con un “problema singular”
Ricardo González, el juez favorable a la absolución de “la manada” lleva meses sometido a escrutinio social: ya desde el principio, el magistrado mostró indicios de no estar en la misma sintonía que sus otros dos colegas miembros del tribunal, postura que quedó clara el jueves al hacerse pública la sentencia del juicio y sus argumentos a favor de la absolución de los violadores en grupo.
González no vio en el portal de Pamplona a cinco chicos violando a una chica de 18 años. No vio violencia ni fuerza ni brusquedad. Tampoco burla, desprecio, humillación, mofa o jactancia. Vio «desinhibición total y explícitos actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo», «menor actividad y expresividad en la denunciante», concede, pero nada de «oposición, rechazo, disgusto, asco, repugnancia, negativa, incomodidad, sufrimiento, dolor, miedo, descontento o desconcierto».
Hasta en tres ocasiones trató de forzar Ricardo González a lo largo del proceso las excarcelaciones de los miembros de ‘la manada’, pero en todas ellas se encontró con la oposición de José Francisco Cobo y Raquel Fernandino, que usaron su mayoría para mantener en prisión a quienes ya tenían en mente condenar.
El gran síntoma que anticipó la postura del juez discrepante se produjo durante el interrogatorio a la víctima el día en el que la chica declaró en la sala de vistas de la Audiencia de Navarra. Su insistencia en preguntar sobre temas espinosos, como por ejemplo cómo podrían saber los acusados que la víctima no quería mantener relaciones sexuales, dejaron patente sus dudas acerca de la culpabilidad de los acusados. Fue la única vez que González tomó la palabra. Y lo hizo para dejar clara la importancia de la respuesta: «Quiero simplemente puntualizar, desde mi punto de vista, extremos que pudieran ser relevantes en su caso».
Tras el relato de la joven, González llegó a apreciar: «Está claro que dolor usted no sintió».
“Todos saben que tiene algún problema singular”, declaró el ministro de Justicia esta mañana de lunes, ignorando la que se le venía encima.Sin concretar de qué problema estaba hablando, Catalá añadió: «Es un asunto muy delicado e insisto en que en el Tribunal Superior de Justicia de Navarra y en Navarra conocen muy bien esta situación, y el Consejo tenía que haber actuado preventivamente». «A mí me han dicho que es una persona que ha tenido algunos expedientes, que tiene algún problema», apuntó sin dar más datos.
Se refería Catalá a una serie de sanciones como consecuencia de retrasos injustificados y reiterados en sus funciones, han revelado fuentes del Consejo General del Poder Judicial. El juez que emitió el voto particular llegó a estar suspendido en el 2001 durante seis meses por falta muy grave. Entre otros retrasos, tardó 14 meses en redactar un fallo sobre divorcio.
En el expediente del CGPJ se tuvieron en cuenta otras sanciones seguidas contra este magistrado, entonces juez de primera instancia de Bilbao, concretadas en multas por retrasos cometidos en los últimos años de la década de los 90. La resolución del CGPJ del 2001 fue confirmada por sentencia del Supremo en noviembre del 2003.
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces han querido dejar claro, sin embargo, que en los últimos cuatro años no se ha registrado ningún expediente ni sanción.
Siete asociaciones de jueces y fiscales se han lanzado inmediatamente a pedir la dimisión del ministro de Justicia por lo que consideran una intromisión intolerable del ejecutivo en las labores que corresponden exclusivamente al Consejo General del Poder Judicial.
Creen que Catalá ha sembrado "públicamente dudas sobre la capacidad y condición" del juez Ricardo Javier González
Jueces y Juezas para la Democracia ya pidió el pasado 28 de abril el cese de Catalá por sus "inadmisibles" declaraciones en las que pedía la revisión del voto particular del magistrado por el CGPJ. Una postura a la que ahora se han unido el resto de asociaciones.
La portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso, Ione Belarra, ha exigido también la dimisión o el cese inmediato del ministro de Justicia, Rafael Catalá, por "inmiscuirse" en el Poder Judicial. Por su parte, Ciudadanos critica también al ministro en razón de separación de poderes.
Según el portavoz de la formación, no es la primera vez que el ministro hace declaraciones con las que "demuestra poco respeto por la separación de poderes" y, de hecho, ha recordado que ha sido reprobado en el Congreso precisamente por esa actitud. "Lo que no se puede hacer es señalar a los jueces personalmente y decirle lo que tiene que hacer o lo que no tiene que hacer al CGPJ", ha recalcado.