Frutos: ETA, entonces, por qué tanto sufrimiento
Doscientos militantes de la izquierda abarrotaron el salón de actos del Centro de Formación “Abogados de Atocha” de CCOO, en un intento de “recuperar una izquierda que se atreva a serlo”. Críticos con la falta de “solidez” de los socialistas y lejanos a los “gemelos de Iglesias”, los reunidos pretenden “proponer y reconstruir”, en palabras de Paco Frutos, una izquierda para “hacer otra cosa”.
Paco Frutos clausuró la Asamblea dejando claro claro con toda contundencia que es una “necesidad democrática derrotar al Partido Popular” y las políticas que atentan contra el Estado de bienestar y el derecho del trabajo.
Denunció la violencia de género y proclamó que sin erradicar esa lacra y combatirla con todos los medios necesarios, la democracia no será nunca aceptable. Frutos reiteró la necesidad de reconstruir la izquierda para derrotar a las fuerzas conservadoras, pero advirtió que no vale todo, y aquí se detuvo en la radical descalificación del independentismo. “Una izquierda que pelea por la igualdad y la solidaridad no puede compartir nada con quienes son hostiles con ambos objetivos. Cultural, intelectual y políticamente la izquierda y el independentismo no tienen nada en común”, dijo Frutos.
En ese contexto, se refirió al comunicado de ETA, al glosarlo afirmó, después de los que sufrimos en el franquismo y de lo que decís ahora, entonces, por qué tanto sufrimiento.
Los más de 200 asistentes han debatido un documento que propone colaborar en la construcción de un proyecto democrático para unir y recuperar a la izquierda, “que cuente con la realidad, que conozca la realidad para cambiarla, porque si no, nos llenaremos la boca de retórica fácil, pero la izquierda seguirá estancada”.
En el análisis de las izquierdas, destacó la falta de solidez intelectual del PSOE, al que ve despistado y ausente. Sobre Unidos Podemos, “o sea, Podemos” –IU y PCE están desaparecidos o clandestinos- se remitió a lo ya afirmado en las otras intervenciones a propósito del populismo. Cerró su intervención, resumiendo alguna de las ideas que deben caracterizar un proyecto democrático de izquierdas: contra la guerra y por la paz; una propuesta económica y social alternativa y una reforma constitucional para una España Federal, a fin de recuperar desde la izquierda el mejor sentido de España, aquella que cantaron Alberti, Neruda; Miguel Hernández, los hermanos Machado, o Rubén Darío.
Estuvieron presentes en esta asamblea de militantes de izquierda y saludaron con una breve intervención, la delegada de Sociedad Civil Catalana en Madrid, Pilar Castellanos (“merece un elogio la izquierda que defiende los valores de la igualdad y la solidaridad”); el representante de Alternativa Ciudadana Progresista de Catalunya, Vicente Serrano (“urge construir una izquierda no dogmática, capaz de avanzar una idea de España”). También estaban presentes, Los Verdes de Madrid y Alternativa Socialista.
La asamblea que fue presentada por la concejala de Sevilla la Nueva de IUCM-los Verdes, María Santos Ricoy. En su intervención situó la asamblea en un contexto especialmente adverso para las formaciones de izquierda, en buena medida como consecuencia de sus propios errores e indefinición política. “Con la llamada nueva política vivimos tiempos de apología de la no organización, de la no militancia, de la sustitución de la comunicación política por la propaganda y el artificio. A la izquierda le falta propuesta política y le sobran gestos y ocurrencias”, denunció María Santos Rocoy.
A continuación intervino el sindicalista y ex dirigente de CCOO, Laureano Cuerdo, que defendió la imprescindible convergencia de la izquierda con el movimiento sindical. “No hay propuesta política de izquierdas que no entienda el trabajo como factor esencial de cohesión social”, precisó Cuerdo.
La palabra fue después para la municipalista y feminista, María Rodríguez, que repasó la gestión del ayuntamiento de Madrid, tan eficaz en la reducción del déficit como carente de un modelo de ciudad y de políticas sociales, sin las cuales difícilmente puede haber transformación de la sociedad.
Emplazó al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid a pagar menos deuda y financiar inversiones sostenibles en los barrios más vulnerables, un Plan de choque orientado a revisar el PGOU que nació para abastecer el boom inmobiliario, y reorganice el suelo disponible y sus usos para favorecer el empleo, los equipamientos y el reequilibrio territorial y social. Concluyó su intervención con una defensa de la igualdad, y denunció que uno de los máximos exponentes de la desigualdad sigue siendo el salario de las mujeres, abocándolas en muchos casos a la economía sumergida, y a cobrar pensiones muy por debajo de la media.