Prohibida la tristeza en la gran noche de Hollywood
El aplastante triunfo de ‘Parásitos’ deja un rastro de grandes perdedores. Palomitas orgánicas, cremas hidratantes de cannabis y la cortesía de la fama ayudan a aliviar la decepción
Primero, Spike Lee junta sus palmas de las manos a la altura del pecho y se inclina levemente en dirección a la mesa donde está sentado el reparto de Parásitos. Después del saludo, se acerca un poco más y, muy despacio, les dice: “Lo que habéis conseguido es his-tó-ri-co. Es momento de celebrar. Todo el mundo tiene que estar contento”. Y ahora con las manos hace el gesto de empinarse una botella. Entre agradecidos y un poco aturdidos, los actores coreanos le ríen las bromas al mimo Lee. Nadie parece estar triste esta noche, y los que tendrían más razones para estarlo, simplemente no han venido a la fiesta. Acabada la gala de los Oscar se han esfumado.