Un Gobierno de quedada
Moncloa nos enseña esa foto porque no parecen unos ministros, sino una pandilla de amigos que se junta en una casa rural, y quiere transmitir sobre todo una cosa: complicidad
La foto de grupo que ha divulgado Moncloa del encuentro del Gobierno en una finca de Toledo dice muchas cosas, y para eso nos la han enseñado, como si toda España fuera un grupo de WhatsApp. No piensas en unos ministros, sino en una pandilla de amigos que se juntan para un cocido o en una casa rural. Quiere denotar sobre todo una cosa: complicidad. No es algo casual, sino la madre del cordero en este incierto primer Ejecutivo de coalición con personas que hace no mucho se han llamado de todo. También transmite un estilo, vienen a decir que son gente normal, aunque sean políticos. El PP quizá habría hecho algo en un parador o en un castillo y hubieran ido todos más iguales, son más de uniforme, con menos margen para la inventiva en el vestuario. Barbour, rollo tirolés, y más aún en el campo, y habría fijo tres o cuatro jerséis anudados al cuello como única concesión a la informalidad. Los de Vox tal vez hubieran montado una cacería o un tiro al pichón, con un polígono aparte para Ortega Smith.