Niñez pide acabar con violencia sexual - El Nuevo Diario
En ocasión del Día Internacional de la Niña, un grupo de jóvenes y adolescentes miembros de la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con la Niñez y la Adolescencia (Codeni), propusieron ayer una serie de lineamientos para que formen parte de la Agenda Nacional, entre los que destaca vivir libre de violencia.
Entre los puntos se encuentra que haya más seguridad en los barrios, escuelas y mercados; la disminución o erradicación del trabajo infantil y el cuido al medio ambiente.
Josué González, de 16 años, manifestó que “en el marco del contexto electoral, consideramos la necesidad de actualizar la Agenda Nacional, por eso presentamos nuestras propuestas tanto para los candidatos, como para las autoridades gubernamentales, sociedad civil y empresa privada. Hacemos el llamado a que se invierta en el ejercicio de nuestros derechos”.
González aseguró que en el año 2013, la primera vez que realizaron la propuesta para la Agenda Nacional, priorizaron cuatro puntos: más inversión en educación, vivir con seguridad, sin violencia y disfrutar del derecho a la recreación. Sin embargo, aseguró que “dos de ellos se cumplieron, pero los otros dos no. Por eso los volvemos a proponer”.
Por su parte, María Esther Manzanárez expresó que después de consultar con aproximadamente 1,500 niños y adolescentes del país, “concluimos que necesitamos seguridad, porque no nos podemos recrear o andar sin temor por las calles, porque aún nos atentan los pandilleros y ladrones. Además queremos que los padres eviten la violencia como castigo”, dijo.
El brasileño Paulo Sassarao, representante adjunto de Unicef en Nicaragua, reveló en entrevista con El Nuevo Diario publicada el pasado cuatro de octubre, que la violencia contra los niños es aceptada o tácitamente tolerada, ya que no se le considera como abuso.
De acuerdo con Sassarao, esto se debe a que “vivimos en sociedades que no saben proteger a sus niños de la violencia, y esta termina siendo un componente muy real de sus vidas en todo el mundo, independientemente de las circunstancias económicas, sociales, culturales, religiosas o étnicas de los niños”.
Menores reconocen avances, pero también los próximos retos
PERSPECTIVAS • Niños y adolescentes provenientes de León, Managua y San Marcos se reunieron ayer en Managua y coincidieron en que se han observado avances significativos, pero consideran que aún quedan muchos desafíos pendientes en el cumplimiento de sus derechos.
“Debemos asegurar políticas y leyes que prevengan y sancionen el abuso sexual. Tenemos el primer lugar de embarazos en adolescentes en Latinoamérica. Es triste ver las situaciones de abuso en las zonas rurales, urbanas y en la familia. No queremos que se normalice el ver a una niña con un adulto como novio”, sostuvo Ana Chavarría, de 15 años.
En los primeros ocho meses del año, el Instituto de Medicina Legal (IML) realizó 3,412 estudios médicos a las víctimas de delitos sexuales. De acuerdo con la doctora Gema Romero, responsable del Departamento de Estadísticas del IML, la tendencia es que el año acabe con menos casos respecto de 2015.
Del total de peritajes registrados en los primeros ocho meses del año, 2,970 fueron practicados en niñas, adolescentes y mujeres, mientras que 442 en niños, adolescentes y hombres, por lo que las féminas son las principales víctimas de este tipo de delitos.
El mayor porcentaje (35%) de afectados por este delito están entre las edades de 0 a 17 años, lo que indica que los niños y adolescentes son las principales víctimas.
Belén Aguirre, de 15 años y proveniente de San Marcos, Carazo, dijo que el trabajo infantil es una clara violación a los derechos de los menores de edad. “El trabajo nos obliga a abandonar la escuela, nuestra salud se deteriora y el tiempo para recrearnos se reduce. Por eso queremos que promuevan nuestro acceso y permanencia en las escuelas”, acotó.
Durante la conferencia de prensa realizada la mañana de ayer, Allison Molina, de 16 años, manifestó que no se puede dejar a un lado el tema del cuido al medio ambiente. “Las organizaciones, la comunidad y el Estado deben llegar a conclusiones en conjunto, para así disponer mejor de nuestros recursos, hoy se evidencia la disminución de las fuentes hídricas y la reducción de los bosques”, puntualizó.