Ferreti dejó el corazón - El Nuevo Diario
Si creían que el Walter Ferretti llegaría al Estadio Azteca a especular y soportar una humillación en su debut de Concachampions, se equivocaron.
El conjunto capitalino se vistió de David, salió a la cancha sin temores, pues no hubo tiempo para pensar en complejos. Al “Goliat” de México, llamado América, le costó volar con tranquilidad, ganó 1-0, un resultado que para el Ferretti es un triunfo; dejó el alma y el corazón en la cancha.
El Ferretti no vivió un suplicio como los pronósticos lo dictaminaban. Las diferencias abismales de millones de dólares entre los planteles se acortaron en la cancha, el conjunto rojinegro le hizo partido a los mexicanos, no llegó a defenderse para soportar castigo y ser noqueado desde antes que sonara la campana; se paró fuerte, incluso hasta dispuso de ocasiones que, aunque no fueron claras, sí generaron cierto temor en los rivales.
El técnico brasileño Flavio Da Silva cumplió con su promesa: “Vamos a atacar, si nos ganan que sea con un Ferretti que propuso juego”, lo anunció previo al partido y la fórmula funcionó.
Los capitalinos vivieron 45 minutos sublimes, quizás los mejores de su historia. El Ferretti mostró orden táctico en todas sus líneas, con un Luis Fernando Copete y Eder Munive sólidos en defensa, apoyados por el respaldo de Jessie López y Alejandro Tapia, multiplicando esfuerzos que sirvieron para darle oxígeno al equipo por los costados.
Casco fue un guerrero batallando en el mediocampo con el soporte de Rodrigo Valiente, mientras Bernardo Laureiro y Dani Cadena en el ataque intentaron aprovechar los descuidos de unas Águilas que no alzaron el vuelo como ante el Motagua de Honduras, que soportó 4 goles en ese mismo escenario.
Dominio sin profundidad
América saltó con un equipo alternativo, pero sí jugaron experimentados como el argentino Darío Benedetto, los defensas mexicanos Pablo Aguilar y Erik Pimentel, y los ecuatorianos Darwin Gutiérrez y Michael Arroyo, quien marcó el único gol del partido.
El equipo capitalino se mató en la cancha y fue impresionante el orden defensivo y la calma de los jugadores para manejar la pelota. Aún con las limitaciones, se aprovechó las pocas libertades que dejó el América en defensa, que dominó la posesión de la pelota sin tener demasiada profundidad en el ataque. Al menos en la primera mitad, Ferretti no sufrió.
Ante la poca claridad que tenía el América, recurrieron al disparo de larga distancia. Lo intentó Benedetto, al igual que Arroyo, pero Denis “El Pulpo” Espinoza lució seguro y después en el segundo tiempo hizo una exhibición de sus tentáculos hasta que no pudo más, y en el minuto 70 una jugada preparada del América, terminó en gol de Arroyo, quien con un disparo rasante de pierna derecha colocada magistralmente en la esquina del arco batió a Espinoza.
Después de irse al descanso sin permitir goles, la postura del Ferretti cambió en la segunda mitad.
Era de esperarse, la altura empezó a hacer su trabajo, disminuyendo el oxígeno y por consiguiente las piernas comenzaron a flaquear, y el América hizo sufrir a los capitalinos. Arroyo ya había amenazado en el 61’, así mismo Andrade puso a temblar al equipo pinolero con otro disparo de larga distancia, pero minutos antes en el 55’, el “Pulpo” tuvo una intervención milagrosa; Arroyo ejecutó un misil de frente a Espinoza y, en el contrarremate, Espinoza le tapó el disparo a Alvarado.
Hasta ese momento, Denis era el “San Pulpo”. Ya con las piernas desgastadas, el América cobró un tiro de esquina, la pelota cayó en los pies de Osvaldo Martínez. Este cedió el esférico a Arroyo, quien se hizo el espacio y mató al Ferretti.
América dispuso de más ocasiones para aumentar la ventaja, pero le faltó contundencia. A pesar del cansancio el Ferretti no cambió su postura, ni la actitud se vino al piso. El segundo compromiso del Ferretti en la Concachampions será el 27 de agosto, en el estadio Tiburcio Carías (Honduras). El América vendrá a Nicaragua el 16 de septiembre.