Manu Fuster, la estrella del Albacete Balompié, anuncia que se marcha
Manu Fuster (Manises, 1997), la gran estrella del Albacete Balompié, su capitán, ha anunciado su marcha una vez conseguida la permanencia en Segunda división. «Creo que ha llegado el momento de unirme a un nuevo proyecto», expone en un vídeo difundido por el club manchego. Aunque todavía no es oficial, se da por hecho que su próximo destino será la Unión Deportiva Las Palmas, que le dará la oportunidad de debutar en Primera. 'El Mago', como así se le conoce en el mundo del fútbol, ha estado cinco temporadas en el 'Alba', donde ha disputado 193 partidos (podría llegar a los 195) y ha marcado 34 goles partiendo desde la banda izquierda. Criado en el equipo del pueblo, en juveniles jugó con el Huracán Valencia, de ahí pasó al Olimpíc Xátiva en Tercera y luego estuvo dos años con el Guijuelo en Segunda B antes de fichar por el Albacete en el verano de 2019. Llegó con 21 años y se va con 26. Con el club manchego ha vivido de todo. El primer año se salvaron en el último partido en Cádiz, gracias a un penalti en el minuto 90; el segundo descendieron; el tercero fue histórico, con aquel ascenso insospechado contra el Deportivo de la Coruña en 'Riazor'; el cuarto fue el de la ilusión, cuando un novato en la categoría se metió en el 'play off' de ascenso a Primera; y el quinto ha sido el del sufrimiento, de nuevo asomándose al precipicio del descenso, pero con final feliz y la salvación ya asegurada. «Venir aquí fue la mejor decisión de mi vida e irme la más dificil. Han sido cinco años maravillosos», reconoce en el vídeo Fuster, emocionado, desde el césped del estadio Carlos Belmonte, donde tantas veces ha hecho disfrutar a la afición manchega. Al Albacete le debe haber debutado en Segunda, el fútbol cien por cien profesional, «un paso muy grande». Recuerda que se estrenó en un partido en 'El Alcoraz' contra el Huesca y que no pudo empezar mejor porque en el primer balón que tocó lo derribaron, el árbitro pitó penalti y ganaron 0-1. Aún mantiene esa camiseta, con el número 30 a la espalda, sin lavar. Mientras, del año del descenso admite que fue el que «más he aprendido, el que más me ha ayudado a crecer como futbolista». Cuando bajaron a Primera RFEF, pidió el dorsal número 10 y ser capitán. Y se gestó un equipo histórico, dirigido por Rubén de la Barrera, que consiguió subir a Segunda cuando nadie apostaba por el Albacete y que un año después, ya con Rubén Albés en el banquillo, se quedó a dos eliminatorias de codearse con el Real Madrid, el Barça o el Atleti. «Nos creíamos invencibles», afirma Fuster sobre esa mágica temporada 2022-2023. En esta, en cambio, lo ha pasado mal. El 'Alba' nunca terminó de carburar y se fue metiendo en un pozo del que, por suerte, ha salido coincidiendo con la llegada de Alberto González como nuevo entrenador. Más que una celebración, ha sido un alivio.