Al banquillo de los acusados por abusos sexuales a menores. La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón juzgará el próximo lunes a un catequista de 20 años acusado de abusar sexualmente de dos menores de edad en un piso en el que la parroquia con la que colaboraba guardaba objetos religiosos.
De acuerdo con la información suministrada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, los hechos comenzaron en mayo de 2014 cuando, según mantiene la fiscal, el procesado comenzó a mandarse mensajes con una de las víctimas, un joven de quince años que conoció por un amigo en común, a quien el acusado envió fotos de contenido sexual.
Un año después mantuvieron relaciones sexuales completas en hasta tres ocasiones, entre los meses de mayo a septiembre, en la vivienda de la parroquia de la cual el acusado tenía las llaves.
Según las mismas fuente, en septiembre de 2015, el catequista quedó con la otra víctima, un menor de 14 años con el que mantuvo relaciones en el portal de la finca de la vivienda parroquial. La acusación pública solicita una pena de prisión de 18 años y medio por dos delitos de abuso sexual a menor, uno de ellos continuado.
Juicio a un entrenador de gimnasia rítmica
Un día después, la Audiencia de Castellón juzgará a un entrenador de gimnasia artística acusado de abusar sexualmente de cinco niñas a las que entrenaba. Los hechos sucedieron durante los años que el procesado desarrolló su actividad profesional cuando, según mantiene la acusación pública, el procesado se valía de la diferencia de edad que mantenía con las victimas y de la relación de temor, respeto o admiración que había desarrollado en alguna de ellas para hacerlas ir a la sala de masajes o a la sala de entrenamientos con el pretexto de hacerles un masaje cuando realmente las sometía a actos para satisfacer sus deseos sexuales.
Según mantiene la Fiscalía, en ocasiones el entrenador insultaba a la menores o las ridiculizaba delante del resto cuando fallaban en algún ejercicio, llegando incluso a castigar al grupo entero cuando una de ellas cometía algún error. El ministerio público pide para el entrenador una pena de veintiocho años de prisión por tres delitos de abuso sexual continuado y dos delitos de abuso sexual.
