Las serias dudas de la Xunta en cuanto a la fiabilidad y la eficiencia de los cuatro millones de test rápidos adquiridos por el Ministerio de Sanidad en abril fueron este martes finalmente confirmadas por el propio Gobierno central. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, anunció en su comparecencia matutina ante los medios que «en los últimos días están surgiendo estudios científicos» que cuestionan los resultados de estas pruebas por no ser «suficientemente específicas», pues podrían arrojar un número de falsos positivos «mayor» a las estimaciones actuales. «Es algo que se va a verificar en los próximos días para saber cómo hay que interpretar los resultados de estas pruebas», añadió el epidemiólogo a este respecto.
Las palabras de Simón contrastaron y de alguna manera dejaron en evidencia el alud de críticas vertidas sobre el Gobierno autonómico por parte de la oposición hace alrededor de un mes, cuando la Consellería de Sanidade apuntó por medio de un comunicado que los 57.000 test que acababa de recibir como parte de la primera partida no tenían «utilidad clínica» ya que «no permiten distinguir si se trata de una fase aguda, y por lo tanto si puede haber contagio», o si por el contrario indican que «ya se está en una fase de curación». En su escrito, la Consellería se apoyaba en la valoración profesional del doctor José Manuel Vázquez Lima, facultativa en el área sanitaria de Pontevedra, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencia y Emergencia y miembro del comité de gestión de la crisis sanitaria conformado por varios expertos de la sanidad pública gallega.
«Es muy importante tener claro que siempre debemos ajustar cada tipo de test que realicemos a la pregunta que sean capaces de responder. Los test rápidos de anticuerpos, en principio, son pruebas con una sensibilidad inferior a la técnica que habitualmente utilizamos en los laboratorios de microbiología, como es el caso de las PCRs en el caso de los diagnósticos moleculares del virus, que contestan estrictamente a las cuestiones a las que están dirigidos», afirma uno de sus colegas en el comité, el catedrático de Microbiología y jefe de servicio en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo Benito Regueiro, en conversación telefónica con este diario. «En el caso de los test serológicos, por tanto, su limitación está en la posibilidad de que haya pacientes inmunodeprimidos o con otras patologías entre los casos que detecte. Sus barreras se levantan donde acaba su compromiso con la rapidez, y es por eso que sí que han tenido utilidad en procedimientos de cribado», señala el experto, antes de matizar que «son solo una de las técnicas disponibles».
Combinación
«Afortunadamente los sistemas sanitarios disponemos de test de laboratorios altamente fiables, cuantitativos y objetivos, un aspecto este último muy importante, los cuales nos permiten complementar esas pruebas», remarca Regueiro. «En el diagnóstico del Covid-19 no es recomendable quedarse con solo una parte, sino combinar ambas. Es la única manera para conseguir que la sensibilidad clínica, es decir, el valor predictivo de las técnicas diagnósticas que disponemos, alcancen el 96,8%, que son los máximos que podemos alcanzar en el caso de este cuadro. Si utilizásemos solo una de las herramientas, fuese esta rápida o no, nos íbamos a encontrar con que estamos trabajando con sensibilidad clínicas o valores predictivos positivos de entre el 30 y el 52%», explica.
Ante la cascada de ánimos que siguieron a la noticia de la compra de test rápidos, Regueiro recuerda que «el hacer un planteamiento de un único test para resolver todo el problema sería muy bonito, pero no es posible. Hay que combinar la tecnología y evidentemente el diagnostico del covid-19 implica clínica, biología molecular, serología y técnicas de diagnóstico de anticuerpos». Aparte de eso, «también es debido establecer distinciones entre anticuerpos totales, subtipos y anticuerpos neutralizantes, porque todos tienen sitio en el curso de una enfermedad». «No debemos olvidar que los test rápidos son subjetivos y dependen del observador», remacha.
