El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla ha criticado la «nefasta gestión «por parte del gobierno local en la empresa municipal de transportes, Tussam, que«está provocando que se preste un peor servicio de transporte público en Sevilla», ante lo que menciona que «se han reducido los servicios« y que hay «como mínimo ocho autobuses menos» en la calle diariamente.
En rueda de prensa, el concejal del Grupo Popular, Ignacio Flores, aseguró ayer que Tussam está «sufriendo una pérdida en la calidad y satisfacción del servicio, que se ha visto disminuido en los últimos meses». «Hay colas para coger el autobús, falta de puntualidad, pérdida de la regulación, disminución de de kilómetros recorridos, aumento de vueltas perdidas, saturación de viajeros, entre otras deficiencias», adviertió.
Flores subraya que esta situación «no solo la denuncia el PP, también desde hace mucho tiempo las organizaciones sindicales e incluso los propios usuarios, que diariamente nos trasladan muchas quejas de todos los barrios de la ciudad».
En este sentido, menciona que desde el 30 de septiembre hay 727 conductores trabajando y 313 coches, «cuando hay 410 autobuses en la flota». «Hay diez conductores y ocho coches menos diariamente en la calle porque a finales de septiembre salieron de la bolsa 45 trabajadores, algo intolerable, sobre todo cuando hace falta que se presten más y mejores servicios de transporte público», sentencia.
Entre las líneas «más afectadas», menciona la 12 (Ponce de León- Pino Montano), con «21 vueltas menos diariamente»; la 13 (Plaza del Duque-Pino Montano), con «19 vueltas menos» al día, así como la 3 (San Jerónimo- Pino Montano) o la 6 (San Lázaro- Virgen del Rocío), con «siete y ocho vueltas menos», respectivamente. También, señala que hay «esperas de más de 30 minutos» en la línea 38 a la Pablo de Olavide o la C5, además de «25 minutos» en las 31 y 15.
El PP menciona «problemas» en la tramitación de los distintos títulos de viaje o tarjetas, «con 105.000 euros menos para la partida para el bonobús solidario», que se tarde «más de diez días» en gestionar la tarjeta para los estudiantes o que «las rampas de la mayoría de los autobuses no funcionen».
