El escritor y periodista Carlos Ros ya intuyó la designación de Miguel Ángel Ayuso al preguntarse en un artículo publicado por ABC el pasado 6 de agosto que tituló «¿Tendremos un cardenal sevillano?» por el número de cardenales que ha habido a los largo de los años nacidos en Sevilla o en su diócesis. Dicho estudio concluía afirmando que nacidos en Sevilla capital tan solo pudo citar a cuatro purpurados ciertos (cinco contando a Ayuso) y uno dudoso, más dos nacidos en la diócesis:
Fray Juan Laso, nació en Sevilla a principios del siglo XIV. Tomó el hábito mercedario en el convento de San Lázaro. Pasó a Aviñón, donde el Papa Inocencio VI (1352-1362) le hizo cardenal presbítero con el título de Santa María Transtiberina. Estuvo presente en la elección del Papa Urbano V (1362-1370) y murió en Aviñón (1366).
Pedro de Deza, nacido en Sevilla en 1520, emparentado con fray Diego de Deza, arzobispo de Sevilla, y Juan Tavera, cardenal arzobispo de Toledo. El 21 de febrero de 1578 fue creado cardenal por Gregorio XIII. Murió en Roma (1600) y su cuerpo, trasladado a España, reposaba en el convento de carmelitas descalzos de Toro, desaparecido durante la desamortización.
Juan de Lugo, jesuita, canónigo y maestrescuela de Sevilla, teólogo, nació en Sevilla el 25 de noviembre de 1583, posiblemente en Triana. Ingresó el 6 de julio de 1603 en la Compañía de Jesús. Impartió Teología durante veintiún años en el Colegio Romano. Nombrado cardenal por Urbano VIII en 1643, se dedicó a los trabajos de las congregaciones romanas del Santo Oficio. Murió en Roma (1660).
Nicolás Wiseman, primer arzobispo de Westminster e hijo preclaro de Sevilla, nacido en esta ciudad, calle Fabiola (1802), hijo de unos comerciantes irlandeses establecidos en Sevilla.
Juan de Cervantes, del siglo XV, que unos lo hacen nacido en Sevilla y otros en Lora del Río. Fue arzobispo de Sevilla de 1449 a 1453 y estuvo en el concilio de Basilea. Tiene una calle en la ciudad.
Diócesis
Francisco Javier Delgado y Venegas, obispo de Canarias y arzobispo de Sevilla (1776-1781), nació en Villanueva del Ariscal (1714). Pío VI, en consistorio de 1 de junio de 1778, lo creó cardenal. Murió en Madrid (1781).
Y Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros, oratoriano, nacido en Jerez de la Frontera el 20 de enero de 1822. Fue elevado al cardenalato el 22 de junio de 1903, año en el que murió.
