Respira Andrea Dovizioso, y Ducati, porque siguen manteniendo la hegemonía en el Gran Premio de Austria. El italiano consigue la victoria en una carrera en la que volvió a batir a Marc Márquez en los últimos metros. Respira Dovizioso porque puede seguir soñando con acercarse al español en el Mundial. Cinco puntos menos y, sobre todo, confianza y darse cuenta de que sí puede batir al que parecía imbatible.
Tenía Marc Márquez uno de esos poquísimos retos que le quedaban por atrapar en el Mundial de MotoGP. Un circuito, el de Austria, que nunca ha conquistado desde su reaparición en el calendario, desde 2016, Iannone, Dovizioso y Lorenzo se habían quedado con las victorias. Y ante la ausencia por lesión de Lorenzo, Márquez se fijó muy bien en aquella frenética carrera de 2017 donde Dovizioso y el español se llevaron los aplausos por un duelo que se decidió en la última curva. El de Ducati le ganó la partida en el último movimiento.
Márquez, que además de talento tiene una capacidad inmensa de aprehender y aprender de los pequeños errores que ha cometido en su trayectoria en MotoGP. Y con esa carrera en la cabeza, aguantó la primera parte como líder, dejó pasar para estudiar a su rival y atacó en las tres últimas vueltas en donde se sucedieron los adelantamientos, los uys y los roces porque para ambos la victoria era vital. Para asegurar el campeonato el de Honda, para seguir soñando el de Ducati.
Pero, a pesar de lo estudiado y lo parejo de las motos, los pilotajes y las ambiciones, volvió a ser Dovizioso quien sacó esa última chispa para atrapar esa victoria de la redención. Para mantener la superioridad Ducati. Para frenar un poco más el alirón de Márquez. Para sumar más confianza y esa alegría de saberse que puede ganar al español en duelos cuerpo a cuerpo. Lo hizo en Austria 2017, en Japón 2017, en Qatar 2018, en Qatar 2019 y en este circuito de Austria 2019. Solo Márquez consiguió el premio sobre el italiano en Tailandia el año pasado. Pero, después de una carrera de alto voltaje, Austria sigue siendo ese reto pendiente del de Honda.
«Muy feliz porque hemos cometido al escocger el neumático trasero. Al salir vi que los blandos tenían mejor ritmo, consistencia y agarre. Estoy feliz, tenía que intentarlo. Me estaba patinando el tren trasero y Dovizioso lo ha hecho muy bien. A continuar con la misma dinámica», aseguró el español nada más bajarse de la moto.
«No sabía que podía hacerlo en la última curva pero quería la victoria. Tenía que jugármela. Me sentía muy fuerte. He hecho algo atrevido y a veces te funcionan las cosas», aseguró Dovizioso.
