La Guardia Civil ha descabezado a una organización criminal que se había especializado en los últimos meses en el robo de comercios y viviendas de chinos. Los cacos habían colocado en su diana a esta población porque suelen guardar importantes cantidades de dinero en metálico en sus negocios y domicilios. Los agentes del equipo de patrimonio de la UOPJ (Unidad Orgánica de la Policía Judicial) ha arrestado a seis integrantes de la banda y busca a otros dos por los delitos de robo con violencia e intimidación y robo con fuerza en las cosas, tenencia ilícita de armas y delitos contra la salud pública.
La investigación llevada a cabo vincula a esta organización, formada por ciudadanos marroquíes y españoles, con al menos quince robos cometidos desde el mes de febrero en Sevilla capital, Los Palacios, Brenes, Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas. Los cabecillas son dos marroquíes, J.F. de 39 años y de R.S. de 29, que tras pasar a disposición judicial fueron enviados a prisión. Los otros cuatro implicados: N.M.G., A.S.V., J.J.L.G. y R.M.M. de edades comprendidas entre los 53 y los 32 años, han quedado en libertad con cargos.
Según detalla la Guardia Civil, el papel que tenían los españoles dentro de la organización era dar información a los marroquíes sobre posibles objetivos. Personas que guardaban dinero en su casa o droga. Los investigadores relacionan también a este grupo con los vuelcos a organizaciones, a los que roban los alijos que custodian en las guarderías. Si bien, este tipo de delitos nunca se denuncia y es muy difícil de esclarecer.
El escondite, en la calle Mirlo
Durante la fase de explotación de la «operación Dichar», bautizada así por el nombre de pila del jefe del grupo, Rachid, los agentes ejecutaron cuatro registros simultáneos en tres viviendas de Los Pajaritos y una de Torreblanca. En un piso de la calle Mirlo, los agentes encontraron un buen número de efectos que habían sido sustraídos en los domicilios y negocios; además de dos armas de fuego municionadas, un revólver y una escopeta, está última robada en 2018 en La Granjuela (Córdoba) y casi tres kilos de cogollos de marihuana.
Cuando los agentes recuperaron parte del botín que habían ido acumulando en estos meses de robos, los agentes comprobaron que entre los efectos había unos «teodolitos», que es una herramienta de medición topográfica para la construcción de carretera. Según una estimación inicial, estas herramientas tendrían un valor superior a los 20.000 euros. Gracias a que llevaban aún la pegatina de la empresa a la que pertenecían, los funcionarios policiales pudieron devolverlos a sus dueños.
El juzgado ha decretando órdenes de detención contra otros dos pesos pesados de la organización, también de origen marroquí, los cuales se encuentran en paradero desconocido.
