Tras 505 programas, «Los Lobos» de «¡Boom!» han conseguido alzarse con el gran premio. Después de 504 bombas finales fallidas, han conseguido contestar correctamente, y a la primera, las quince preguntas que les han llevado a ganar los 6.689.700 euros que han logrado acumular. Por su paso por el concurso durante dos años, Manu, Erundino, Valentín y Alberto
acumularon 2.556.100 euros, a lo que se sumó los 4.130.000 euros del bote del programa. Un premio que se corona como el más grande jamás entregado en un programa de televisión.
¡Boom!
«Al principio sentí incredulidad. Inmediatamente después la certeza de que era nuestro. Me encontré en una nube y experimenté una gran felicidad. Al instante sentí la necesidad de bajar de esa nube para compartir la inmensa alegría con mis compañeros», confesó Alberto, integrante de «Los lobos», minutos después de hacerse con el premio de «¡Boom!». Pero para llegar hasta este esperado momento han tenido que sufrir mucho, unido a una preparación digna del montante económico que se han llevado.
Pero para llegar a aguantar 505 programas invictos no ha sido sencillo. «Los Lobos» tenían una enorme formación en cultura general a sus espaldas, pero no estaba siendo suficiente para llegar a abrir la bomba final sin que les explotara. Por ello, Manu se puso manos a la obra y empezó a recopilar cuestiones de todo tipo. «Es un poco organización en el caos. Ya veo preguntas por todas partes: en la calle, en casa, escuchando la radio o viendo la televisión». Entonces, lo que hacía para recordar todo lo que se le iba viniendo a la mente las apuntaba en una lista, que posteriormente dividía en diferentes categorías y las difundía al resto de compañeros. «Eso da pie a que a ellos se les ocurra alguna cosa y nos vamos mandando enlaces para leerlo todo», continuaba el millonario ganador de «¡Boom!».
A este método, además, se une el ir acumulando actualidad diaria, tal y como confesaron después de ganar el bote de más de seis millones de euros. Las noticias que les parecen llamativas o curiosas, que suelen ser carne de pregunta para «¡Boom!», las compartían entre ellos. Posteriormente, de camino en tren hacia las grabaciones del programa, era cuando compartían impresiones y cuestiones de última hora, para llegar al plató con todo el contenido listo para aplicarlo a las preguntas que les hicieran y poder, así, llevarse el bote que alcanzaron el pasado lunes.
