El británico Williams da la sorpresa en una Flecha Valona gélida
En los cuatro días de oro que transcurren desde la Flecha Valona a la Lieja-Bastoña-Lieja construyó Alejandro Valverde el otro libro de ruta del ciclismo español, las obras maestras de las clásicas, los muros belgas, los bosques sombríos, las cuestas largas y el clima indecente, frío, lluvia y como este miércoles, granizo del tamaño de piedras en la ruta de la Flecha Valona 20 24 que se adjudicó por sorpresa el británico Stephen Williams. Nadie esperaba a Williams, un escalador de efecto retardado que este año empezó a lo grande al agenciarse el Tour Down Under, la carrera australiana que abre cada año la sesión ciclista. Un inglés en el equipo Israel, el país que tiene al plantea en vilo por su guerra despiadada con Palestina y que es uno más en ciclismo gracias al entusiasmo de su creador, el empresario judío Sylvan Adams. El palmarés de la Flecha Valona es un canto a los pegadores, ese reducido elenco de 'puncheurs' como los define la prensa francesa y que son los elegidos para rematar faenas y conseguir puntos. Gente como Alejandro Valverde, triunfador en cinco ocasiones, cuatro de ellas consecutivas, de 2014 a 2017. Los españoles colonizaron esta cumbre mítica en el ciclismo en ese periodo de regencia de Valverde, ya que Purito Rodríguez y Dani Moreno también vencieron en Huy. O tipos como Julian Alaphilippe, llegadores incontestables, pesos ligeros con alcance en las cimas, muros, cotas y toda suerte de pliegues en la orografía terrestre. El francés ganó tres veces en cuatro ediciones desde 2018 a 2021. La carrera de 2024 fue una carnicería. El tiempo infernal, la lluvia, el granizo y el frío pasaron factura al pelotón. Lo que no hicieron los tres tránsitos por el muro de Huy, lo consiguió el tiempo. Más de 60 abandonos y tanta gente fuera de juego para designar a un sucesor de Tadej Pogacar, el último ganador. Sin un favorito claro, tal vez el ecuatoriano Carapaz, en la última subida a Huy, por la izquierda surgió potente, sólido y ligero el británico Stephen Williams, un pasajero al que nadie invitaba a 300 metros de la meta. Nadie le echó mano y el británico inaugura el palmarés de su nación en una prueba tan emblemática. Más emocionante se espera la Lieja del domingo, con un duelo de gigantes entre Tadej Pogacar y Mathieu van der Poel.