Elogio escéptico de la Semana Santa
Las procesiones de Semana Santa son para mí algo bastante exótico. En San Sebastián dejaron de celebrarse muy pronto, hará casi sesenta años y en plena dictadura, lo que de paso demuestra que ni el franquismo obligaba a hacer procesiones, ni estas se abandonaron por imperativos políticos de otro signo. Simplemente dejaron de salir por falta de voluntarios, parte de un proceso de secularización de las costumbres que por aquí comenzó pronto (comenzaba también la fuga de la religión ancestral a la renovada religión política nacionalista, pero ese es otro tema). En el San Sebastiá ...