La Coruña volverá a ser cuna de la industria audiovisual en julio
El certamen Mundos Digitales ya tiene prevista su fecha de su retorno de este año a La Coruña, la misma ciudad en la que vio la luz hace más de dos décadas, con una nueva edición. Será entre los días 4 y el 6 de julio, en Palexco, cuando el congreso internacional volverá a poner a la urbe a la vanguardia de la animación, los efectos visuales, la Inteligencia Artificial y los medios de producción más punteros utilizados en las industrias del cine y de los videojuegos. A falta de haberse anunciado la programación de este año, sí adelantan desde la organización del evento que el «plato fuerte» se centrará en las producciones virtuales en tiempo real; una tecnología «que cambiará por completo la forma de crear contenidos, y que supone la integración entre personajes reales y virtuales en rodaje». Para ello se emplea una pantalla de LED —o 'chroma-key'— durante las grabaciones y se registran las acciones reales y las virtuales en simultáneo, algo muy útil para recortar los tiempos de rodaje. Igual que en anteriores ediciones, no faltarán las obras que compitan en el Festival Internacional de Cortometrajes de Animación; y también estará presente la Feria de Empleo, un punto neurálgico para el talento en el sector «que el año pasado se convirtió en la más grande de Europa por número de empresas participantes», añaden en un comunicado. Por supuesto, junto a estas propuestas estará el abanico de conferencias y estrenos propio del certamen. 'El Fantasma de la Quinta' Cada año, el congreso 'apadrina' una producción y la adopta como imagen durante la edición. En esta ocasión, será 'El Fantasma de la Quinta', una coproducción de Illusorium Films y Martirio Films que narra los últimos momentos del ilustre pintor Francisco de Goya. Noticias Relacionadas reportaje No Galicia, fábrica de cine: 75 proyectos saltan a Europa Pablo Baamonde estandar No Una web recopila las partituras de Marcial del Adalid, padre de la canción clásica gallega Pablo Baamonde En la etapa final de su vida, Goya se retira a vivir sus últimos años alejado de la corte. Finalmente, ya en su nueva casa, cae enfermo y comienzan a perseguirlo los fantasmas de su pasado: «Castigado por su presencia y en un decadente estado de salud, Goya pinta las pinturas negras como último recurso para deshacerse de los demonios que conviven con él, pagando el precio de su cordura y, casi, el de su vida», se cita en su sinopsis.