Distendido con la oposición, Sergio Massa jugó al enigmático sobre su futuro político

"Bien a lo Massa". Con expresiones como estas ingresaban los diputados de la oposición al salón Pasos Perdidos. Fue allí donde el ministro de Economía, Sergio Massa, defendió el Presupuesto 2023, el primero de su gestión. Durante su exposición, que duró cerca de tres horas, se coló el conflicto del sector de neumáticos, el tigrense jugó al enigmático respecto a su futuro político y se mostró distendido con la oposición.

Hubo varios comentarios sobre el despliegue de la presentación de Massa. Más de un diputado de la oposición, de aquellos que conocen la dinámica de la Cámara, saben que, por tradición, la defensa de la hoja de ruta -salvo en tiempos de pandemia- se celebra en un salón más pequeño: el Delia Parodi. Allí, además del ministro, asisten algunos de los integrantes de sus equipos, los diputados de la comisión de Presupuesto, los jefes de bloque y algún que otro diputado.

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Esta vez, la presentación se celebró en un salón mucho más grande. El titular del Palacio de Hacienda llegó escoltado por todo su equipo económico, al que sentó a sus costados. Eran varios los funcionarios del Ejecutivo que se hicieron presentes en el lugar. Entre ellos, no faltó la portavoz del presidente Alberto Fernández, Gabriela Cerruti.

Fue en este contexto que Massa defendió y les pidió a los legisladores presentes que acompañen el Presupuesto 2023, signado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Y se mostró distendido con la oposición. En más de una oportunidad, les hizo chistes a los diputados de Juntos por el Cambio, sobre todo al jefe de la bancada del PRO, Cristian Ritondo.

Ante los más de 100 presentes en el salón, fue la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, la encargada de presentar a su antecesor y jefe político. "Discutir esta herramienta no es sencillo", reconoció la bonaerense.

Autocrítica

El rechazo al Presupuesto 2022 atravesó el primer tramo del discurso de Massa. Fue luego de confesar que se encontraba en una "situación extraña". Hace apenas 56 días, él ocupaba la silla de Moreau. Dicho esto, acotó que esos días al frente del Palacio de Hacienda le bastaron para dimensionar las consecuencias de no contar con la herramienta del Presupuesto.

Al tigrense le alcanzaron un puñado de semanas para detectar que, si no existe una hoja de ruta, aquellos sectores que tienen mayor capacidad de presión, consiguen imponer en el Ejecutivo su "idea y objetivo". En este sentido, comentó que "cualquiera sea el Presupuesto, es importante que Congreso fije una hoja de ruta".

"El Congreso es el lugar de debate y búsqueda de acuerdos políticos", dijo Massa. El tigrense no quiere un segundo año sin esa hoja de ruta. No sería una buena señal para los organismos multilaterales. Sobre todo luego de anunciar que está trabajando para "normalizar la situación con el Club de París".

"El fallido del Presupuesto 2022 lo llevo como una cruz", deslizó Massa en otro tramo de su alocución. Recordó que fue durante su presidencia en la Cámara baja cuando se produjo el único rechazo desde la vuelta de la democracia. "Espero que como ministro tenga más éxito", agregó.

Luego de un discurso sobrio, didáctico y para nada plagado de tecnicismos, Massa destacó que el Presupuesto que apunta a sancionar antes de diciembre es "prudente y realista". 

La gran duda por estas horas es si la propia bancada oficialista apoyará su hoja de ruta, que va de la mano con lo acordado con el FMI. ¿Un dato? El diputado Máximo Kirchner no estuvo presente en la jornada. Al menos en una primera instancia, los legisladores del Frente de Todos descontentos con la letra chica negociarán por vías informales un aumento para las áreas más sensibles.

"En los pasitos finales de mi vida política", arrojó no una sino dos veces el tigrense a lo largo de su exposición. Así, Massa buscó despegarse del mote de candidato a presidente que le achacan desde que asumió como ministro. Trató dejar en claro que su norte, hoy, es ordenar la economía; misión que según interpretan desde su entorno, va a contramano de la cualquier especulación electoral.

Neumáticos 

El clima fue distendido hasta el que llegó el momento de las preguntas. La Izquierda, aprovechó esa instancia para sacar el tema que la tiene como protagonista: el conflicto de los trabajadores del neumático.

Los diputados de ese espacio, como suelen hacer en las sesiones, sacaron carteles con consignas como "Viva la lucha del Sutna" o "Dejen de extorsionar a los trabajadores del neumático".

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La jugada fue sorpresiva e incomodó al tigrense. Luego de plantearle a Massa que apenas pronunció dos veces la palabra "inflación", Romina del Plá lo acusó de "extorsionar a los trabajadores" al anunciar la apertura de importación de neumáticos si el conflicto persiste. También le achacó ponerse "al servicio de las patronales, pisoteando los convenios colectivos de trabajo y la negociación paritaria".

Los planteos llevaron al tigrense a levantar la voz. Fue la única vez que ocurrió en la cerca de tres horas en las que estuvo presente. Acusó al líder sindical Alejandro Crespo de mentiroso. 

"Mintió ayer el sindicalista del neumático, que dijo que no había sido atendido en el Ministerio de Economía", le respondió a los gritos Massa. Y aseguró que Crespo se reunió dos veces con el secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren.

Pasado el altercado, la exposición continuó. Y fue bien recibida por buena parte de la oposición. "Comparada con las de Guzmán, esta fue un lujo", dijo una de las palomas de Juntos por el Cambio apenas finalizó el encuentro. De paso,  reconoció que la exposición del tigrense fue "completa y realista". Aunque para otros, "demasiado optimista".