«Hace cuatro meses no podía imaginarme estar aquí», repite Bruno Hortelano entre jadeos nada más acabar cuarto en su semifinal de los 400 metros del Mundial. Se ha quedado a las puertas de la final, a apenas dos décimas, pero no hay frustración. No está mal para alguien que el verano pasado se planteó seriamente la retirada del atletismo. No tenía ánimo y los resultados no salían. Pero se trasladó a Madrid, empezó a trabajar con el entrenador Pedro Jiménez y las nubes negras desaparecieron.
Hortelano pagó caro salir por la calle 1 tras sufrir más de la cuenta en la serie matinal. «Eso de ir por dentro es una experiencia nueva para mí. Y aunque salí bien e incluso di un cambio, ya no tuve opciones». A mitad de carrera se vio cuarto tras la retirada del jamaicano Christopher Taylor. Ahí cambió el ritmo. Aguantó el ataque del serbio Bosko Kijanovic y apretó los dientes para cazar al checo Patrik Sorm, el que marcaba el límite de la clasificación. No le dio. «Me voy contento porque me he vaciado como siempre».
La mayor alegría del día la protagonizó el dúo del 800. Mariano García y Álvaro de Arriba saldrán hoy a la final con muchas opciones de lograr la primera medalla española en los campeonatos. En unas semifinales muy complicadas, en las que quedaron fuera el tercero y el cuarto del ranking mundial, los españoles se desempeñaron con muchísima solvencia. También logró plaza en la final del 1.500 Marta Pérez, que comenzó su doblete mundialista acabando 16ª en el 3.000. Claudia Conte, por su parte, finalizó sexta en el pentatlón.
Día agridulce para Adel Mechaal. Por un lado, las puertas del podio en el 3.000 de mañana parecieron abrírsele de par en par después de que uno de los tres etíopes, Berihu Aregawi, autor de la mejor marca mundial del año, fracasase de forma estrepitosa en su serie y se quedase fuera de la final. Sin embargo, el catalán no dejó las mejores sensaciones en su carrera clasificatoria. Acabó cuarto, al límite del acceso directo, y con cara de haber sufrido en exceso. «He viajado mucho y he dormido poco en estos últimos días», se justificaba Mechaal, que confía en recuperar bien para el asalto definitivo al podio.
Maribel Pérez
quedó fuera de la final en los 60 metros después de vivir una situación surrealista en su semifinal, en la que fue descalificada y luego readmitida por una salida nula de otra competidora. El mal trago le rompió por completo la concentración. Cerró su Mundial con una marca de 7.20, a cuatro centésimas de su récord de España. El oro fue para la polaca Ewa Sbowoda, nueva reina de la velocidad bajo techo.
