Los rebrotes del virus en España y la cuarentena británica arrasan la temporada turística española
Las desgracias nunca vienen solas y cuando parecía que España salía de la crisis sanitaria la decisión del Gobierno británico de imponer una cuarentena a los viajeros que llegan de España y el descontrol de los rebrotes del virus en Cataluña y Aragón y los otros núcleos de contagios aparecidos en otras Comunidades españolas han vuelto a poner a España en el punto de mira sanitario de Europa.
Lo que está dinamitando el arranque de la temporada turística del mes de agosto con la suspensión de vuelos (sobre todo ingleses) y cancelación de reservas, lo que se convierte en un desastre para el sector turístico español.
Y lo que obliga al Gobierno de Pedro Sánchez a reaccionar con urgencia para tomar el mando nacional de la situación sanitaria imponiéndose a los gobiernos regionales. Los que como el Gobierno Catalán de Quim Torra se han revelado incapaces de controlar una situación que ya se desbordó en Lérida y Barcelona, y que en el día de ayer siguió empeorando con más de 800 contagios en Cataluña.
Hace semanas que el PP lleva pidiendo al presidente Sánchez que debe tomar el control nacional de la Sanidad. Como debería llamar al ‘premier’ británico Boris Johnson para aclarar la situación e interceder, al menos para evitar las restricciones de la cuarentena, por turistas oriundos de Baleares y Canarias. Lo que ha intentado sin éxito la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.
Además, la decisión del Reino Unido se ha sucedido poco después de que Francia recomendara a sus ciudadanos no viajar a Cataluña, mientras otros países como Bélgica e Irlanda también adoptaban medidas preventivas en relación con los viajes a España.
Pero sobre todo ha sido la decisión británica -de momento en pie hasta el día 9 de agosto- la que más daño está haciendo y la que va a llevar a otras naciones europeas a suspender el turismo hacia nuestro país en un mes de agosto decisivo. Solamente en el día de ayer esta decisión de Londres ha provocado la suspensión de más de 100 vuelos ingleses -sobre todo de la operadora Tui- que tenían previsto haber llegado a las costas de Cataluña, Levante y Andalucía que son las que más van a sufrir este nuevo bloqueo.
Y también y si no se arregla pronto a las costas de Baleares y Canarias que son dos Comunidades Autónomas que viven esencialmente del turismo.
El que sin duda, y mal que le pese al ministro Garzón, es la primera industria del país. Como lo demuestra el que el año pasado, en 2019, en los meses de julio y agosto llegaron a España más de 4.300.000 turistas procedentes del Reino Unido, 3.400.000 de Francia y 2.300.000 de Alemania. En total desde toda Europa en esos dos meses visitaron nuestro país más de 20 millones de turistas.
Y en este año aún no tenemos cifras de julio pero todo anuncia a que va a ser una ruina comparada con la temporada anterior. Lo que está provocando gran preocupación y malestar en sectores de la hostelería, la restauración, el comercio y el ocio porque empiezan a dar por perdida la temporada turística actual.
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