Ni las encuestas, ya muy negativas, les habían augurado el batacazo. Galicia en Común estaba preparada para convertirse en un partido minoritario pero al menos esperaba obtener representación parlamentaria. Pero esta noche ha sido muy diferente a la del 25 de septiembre de 2016 para el rupturismo. Entonces empataban en escaños, 14, con el PSdeG, pero con 271.418 sufragios En Marea lograba colocarse como líderes de la oposición. Cuatro años después y tras innumerables peleas internas que llevaron a la ruptura del grupo parlamentario, la marca de Unidas Podemos en Galicia (que suma a Anova y algunas mareas municipales) desaparece del Parlamento gallego.
Con el 97,8% de los votos escrutados, Galicia en Común convenció apenas al 3,91% del electorado. Con gesto compungido, el candidato a la presidencia de la Xunta, Antón Gómez-Reino ha comparecido en la sede de Podemos en Santiago de Compostela. Goméz-Reino tachó de «malos sin paliativos» y de «fracaso» los resultados electorales y aseguró que «son inesperados para nosotros». El también líder de Podemos en Galicia y diputado en el Congreso consideró que hoy es un «mal día para Galicia» y lamentó que Galicia en Común no haya podido sumar para que en la Comunidad se produjese un cambio político que acabase con el mandato de Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta.
Gómez-Reino, que tachó los resultados de «fracaso para nuestro espacio político» y aseguró que a partir de esta misma noche se abre un espacio de reflexión que continuará mañana.
