La Policía Nacional le imputa tres robos con fuerza en vehículos de momento, aunque los investigadores sospechan que cometió algunos más durante el estado de alarma por el coronavirus. Lo que llama la atención es su modus operandi: utilizaba un perro negro para fingir que lo paseaba mientras, en realidad, abría coches y robaba.
Pero lo pillaron en Talavera de la Reina (Toledo) a gracias a una llamada telefónica. Ocurrió el 30 de marzo, lunes, aunque la Policía ha difundido la detención este miércoles. Sobre las 9:15, un ciudadano telefoneó al 091 para contar lo que acaba de ver: un individuo que paseaba con un perro negro estaba robando dentro de vehículos aparcados en la calle.
La escena sucedió en las inmediaciones de la plaza de los Tres Olivos. El delincuente, con antecedentes policiales, ya había entrado en dos automóviles cuando llegó la Policía. Él respondió que estaba paseando su perro, pero los agentes contaban con un testimonio que ponía en entredicho la coartada.
A eso se unió que el sujeto llevaba entre sus pertenecias varios objetos sustraídos: un reloj, la carcasa de una radio, linternas, toallas y unas cartillas bancarias a nombre de una mujer. Resultado: detenido.
La Policía realizó averiguaciones y localizó a la propietaria de las cartillas bancarias. Se las habían robado de su coche, que llevaba días aparcado en una calle del barrio de Puerta de Cuartos por el estado de alarma. Una situación que el delicuente, de 39 años, quiso aprovechar para hacer su particular «agosto» usando su perro como cómplice.
