El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido con el sector del turismo a seguir regulando a los pisos turísticos, «que tanto daño hacen a los hoteleros». Es la primera comparecencia pública de Sánchez tras jurar su cargo la semana pasada y lo ha hecho para inaugurar el 10º foro de liderazgo turístico, organizado por el lobby turístico Exceltur, y antes de reunirse en el Consejo de Ministros y de emprender su viaje a Davos para asistir al Foro Económico Mundial. En su discurso, el presidente ha querido lanzar un mensaje de cooperación a un sector que a su juicio es «punta de lanza de la economia».
La regulación de los pisos turísticos es una de las mayores demandas del sector, sobre todo hotelero. Por ello, Sánchez ha explicado que seguirá adoptando «medidas para regular las viviendas de uso turístico» y así «luchar contra el fraude fiscal y laboral». Ya hace unos meses, el Gobierno cambió la ley de arrendamientos urbanos y la ley de propiedad horizontal para tratar de poner cerco. Ahora, necesitará sobre todo el apoyo de las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias sobre esta materia.
El anuncio de Sánchez coincide justo cuando se conoce que en 2019 el número de habitaciones de pisos turísticos (413.033 al final de 2019) cayó por primera vez en España. Esa cifra, además, vuelve a estar por debajo de las plazas hoteleras (415.404). Eso ha sido posible gracias a las diferentes medidas de varios ayuntamientos para restringir su uso.
En el acto estaban presentes personalidades del mundo del turismo, como el presidente de Iberia y futuro presidente de IAG, José Luis Gallego, el presidente de Exceltur y consejero delegado de Meliá Hoteles, Gabriel Escarrer, la ministra del sector, Reyes Maroto, y el presidente de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili. A este último le ha querido agradecer su propuesta de organizar un foro mundial de turismo en Madrid.
El presidente ha realizado también una apuesta por el «empleo digno en el marco del diálogo social», a través de para aumentar la productividad, «uno de los talones de Aquiles de nuestra economía». Esta propuesta se centra en la subida del salario mínimo, un hecho que Escarrer, en su discurso anterior, le pidió que lo hiciera con cautela. «Cambiar la reforma laboral y ejecutar la subida del salario mínimo son medidas que porían tener consecuencias muy graves del empleo turístico», ha recalcado.
Escarrer ha aprovechado la ocasión para recordar que su organización lleva cerca de 20 años trabajando por el turismo, «los mismos que lleva nuestro país sin abordar una ambiciosa y transformadora política turísticade Estado». Por eso, pidió dotar con más medios humanos y presupuestarios, «de los que no han dispuesto hasta ahora», para dinamizar el primer sector de la economía.
