El futuro del PRI en Tamaulipas
El futuro inmediato del PRI en Tamaulipas será conducido por Édgar Melhem, un hombre de experiencia que ha sido dos veces diputado federal y delegado en nuestro estado de la entonces Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de la República.
Melhem además ha probado su eficacia electoral en su región. Cuenta con todas las credenciales.
Pero más que la persona, a los priistas tamaulipecos debería de preocuparles ahora sí el proyecto. Veo un PRI casado con los qué y no con los cómo.
El discurso de siempre es que el PRI encabezará las causas, será incluyente, competitivo, moderno, cercano a la gente, a los jóvenes, a las mujeres.
El problema no es decir qué quiere el partido, el problema es trazar la ruta de cómo va a conseguirlo. Bastan algunas preguntas: ¿Seguirá el PRI mudo en el Estado o ahora sí será crítico del gobierno panista? ¿El PRI va a encabezar las demandas en las calles? ¿La conformación del partido será entre las mismas familias de siempre o ahora sí veremos cuadros nuevos? ¿Se va a desplegar una verdadera estrategia de territorio o se seguirá apostando a ser un partido que consigue unas cuantas pluris?
Las respuestas a estas preguntas o son en los hechos o son demagogia. No esperen resultados diferentes si se ejecutan las mismas acciones. Los tiempos son radicalmente diferentes y el PRI en Tamaulipas no ha encontrado la forma de tener mínima presencia.
Ojalá entiendan ya que no tienen gobierno federal, ni estatal, ni en un solo municipio grande, tampoco tienen senadores; y eso sí hay que reconocerlo, tienen mucha diputada: Mariana Rodríguez ha dado grandes batallas legislativas. El PRI nunca se preparó para no ser gobierno a pesar de que los años acumularon el desgaste y los excesos perdieron todo equilibrio entre la gente de a pie y las imposiciones sin trabajo político.
Hoy debe apelar a la mejor versión de su historia; si en el 2021 no hay un resultado decente, el priismo tamaulipeco vivirá lo que el de Baja California, donde ya se lucha por no perder el registro.
Dura tarea la que tiene Édgar Melhem, ojalá le vaya muy bien. Nuestra democracia es de partidos y entre más competencia, mejores gobiernos. _