El Atlético ha perfeccionado su nado en los últimos tres partidos, pero sigue muriendo al llegar a la orilla. La mejora en el juego no le ha servido para solucionar el problema del gol, el cual viene de lejos y le está lastrando en este inicio de temporada. Contra el Barcelona fue un ejemplo más: pese a dominar a los azulgranas en algunos tramos del partido, los de Simeone se fueron sin saborear la red. Messi no falló la que tuvo y los tres puntos acabaron volando del Metropolitano. Días antes había ocurrido algo parecido ante la Juventus, incapaz el Atlético de transformar en goles la buena segunda parte en Turín. Y antes, en Granada, se repitió la misma historia.
Sin gol no hay paraíso, y bien lo sabe el Atlético, que atraviesa una sequía que le ha llevado a firmar el peor arranque de la era Simeone. Las piezas no terminan de encajar y en el club empiezan a ver con buenos ojos acudir al mercado invernal, una posibilidad que se desechaba hace escasas semanas. La lesión de Diego Costa, que estará de baja hasta bien entrado el 2020, puede ser el empujón definitivo para lanzarse a la contratación de un goleador.
Un compañero para Morata
Y es que ni el hispano-brasileño, quien hasta la lesión mostró su versión más pobre, ni Joao Félix, que no ha cogido el relevo goleador dejado por Griezmann, han ayudado en la ardua tarea de ver puerta. Solo Morata, con 7 goles, parece haber encontrado cierta regularidad. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, época alta en cuanto a la aparición de futuribles, se han disparado las especulaciones sobre posibles fichajes. Así, la solución al problema podría estar en la llegada de un hombre gol, habiendo tres nombres marcados con rojo en esta lista.
El primero de ellos estuvo a punto de recalar en el Atlético en verano. Simeone no se olvida de Rodrigo, quien tuvo las maletas hechas para mudarse a Madrid en agosto. Su no fichaje dejó la sensación en el club de que a la plantilla le faltaba la guinda, y cuatro meses después, esto no ha cambiado, pudiéndose reactivar ahora la operación del valencianista, con 3 goles y 8 asistencias.
El segundo nombre es el de Cavani, delantero del PSG y recurrente sueño de Simeone. La llegada y el buen hacer de Icardi le ha dejado sin apenas oportunidades en París y el hecho de que su contrato expire en junio podría agilizar su llegada. Tan solo lleva 2 goles en 10 apariciones. El hándicap, eso sí, serían sus 32 años –33 en febrero–.
El tercero en discordia es Timo Werner, atacante del Leipzig de 23 años que lleva tiempo sonando para ir a un grande y que ha cogido fuerza en los últimos días. Su salida sería más complicada, pues es indiscutible en su equipo, donde ha jugado 20 partidos esta temporada y ha sumado 17 goles y 9 asistencias.
Hasta la apertura de la ventana invernal, Simeone tendrá que seguir tirando de lo que tiene.
«No hablo de jugadores de otros equipos», dijo ayer. Sin embargo, la realidad es que en comparecencias anteriores, el argentino sí dejó abierta la puerta a una incorporación, y todo apunta a que sería para solucionar el problema con el gol, tan esencial como escaso.
