Los Reyes dan un paseo por La Habana Vieja

Los Reyes consiguieron esquivar ayer a las autoridades cubanas y, cuando terminaron sus respectivos actos oficiales, se reunieron en La Habana Vieja y dieron por sorpresa un paseo en privado por la ciudad.

Cuando finalizó su encuentro con el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel , el Rey se quitó el traje de chaqueta, se puso una guayabera azul celeste y se desplazó a La Habana Vieja, donde ya se encontraba Doña Letizia, pues la Reina había estado visitando la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, fundada por Cooperación Española, así como el impresionante Convento de San Francisco. Durante estas visitas, Doña Letizia estuvo acompañada por la esposa de Díaz-Canel, Lis Cuesta, que no tiene el estatus de primera dama, pero ayer ejerció como tal.

Una vez finalizadas las visitas a ambos edificios, la Reina se despidió de la esposa del presidente y se reunió con Don Felipe, que llegó a la cita acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, y otros miembros de la delegación española.

Los Reyes acudieron juntos a la plaza de la Catedral de La Habana, se asomaron al interior del templo y al Museo de Bellas Artes, y después pasearon hasta la plaza de Armas, donde estuvieron contemplando el imponente edificio de la Capitanía General, desde el que España gobernó durante siglos su última provincia española en ultramar. En este Palacio, los Reyes ofrecerán esta noche la cena de devolución.

El paseo de Don Felipe y Doña Letizia ocasionó un gran revuelo entre los turistas y los locales, que les vitorearon con «¡Vivas!» a España y a los Reyes. Algunos les pidieron fotos, a lo que accedieron, y un hombre consiguió entregar al Rey un papel cuyo contenido no fue hecho público.