¿Y el aficionado?
Partamos de una pregunta ¿las empresas realmente piensan en los aficionados? Hagamos una más ¿realmente le dan al aficionado lo que quieren ver?
Las dos principales empresas de lucha libre de nuestro país cierran cada año con un magno evento en agosto y septiembre respectivamente.
En agosto Triple A ofrece una edición más de Triplemanía mientras que el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) celebra un aniversario más en septiembre.
Pero ¿realmente las empresas trabajan sus carteles en función de lo que el aficionado quiere ver sobre el cuadrilátero? Vayamos por partes.
La edición número XXVII de Triplemanía ofreció en su lucha estelar el encuentro de máscara contra cabellera entre Blue Demon Jr. y Dr. Wagner Jr.
De entrada debemos decir que ninguno de los dos luchadores pertenece a la tres veces estelar. Son luchadores independientes que trabajan por fechas con la empresa.
Ahora bien, el encuentro no estaba en igualdad de circunstancias. Mientras Blue Demon Jr. ponía en juego su máscara Dr. Wagner Jr. apostó lo poco que tenía de cabello y finalmente se puso extensiones para tratar de hacer más creíble la lucha de apuestas.
Si un par de años atrás Blue Demon Jr. y Dr. Wagner Jr. hubieran apostado cada uno su máscara habría sido un encuentro incluso para la historia.
Sin embargo no fue así y la empresa tomó la rivalidad entre ambos para una lucha de apuestas en la que Blue Demon Jr. tenía mucho más que perder.
¿El aficionado pidió este encuentro?, ¿realmente era lo que quería ver? Definitivamente no y a pesar de ello pagó un boleto para la lucha estelar de Triplemanía XXVII en la que Dr. Wagner Jr. perdió la cabellera.
Ahora vamos a la empresa de enfrente, el Consejo Mundial de Lucha Libre. El 27 de septiembre celebrará su 86 aniversario en la Arena México con una lucha en jaula.
Habrá siete cabelleras en juego: la del Último Guerrero, el Cibernético, Gilbert el boricua, Negro Casas, Bárbaro Cavernario, Volador Jr. y el estadounidense Big Dady.
El Último Guerrero y el Cibernético se perfilaban para una lucha de cabellera contra cabellera, pero la empresa, tras los retos de los otros cinco luchadores tan solo unos días antes hizo un batidero y metió a todos en una jaula.
¿Era lo que esperaban los aficionados? No. ¿Pidieron los aficionados una lucha en jaula con siete luchadores? No.
¿Qué querían los aficionados del Consejo Mundial de Lucha Libre? Querían ver la lucha de máscara contra cabellera entre L.A. Park y Rush. ¿Y le ofrecieron al aficionado esa lucha de apuestas? Simple y sencillamente no.
El aficionado es el que paga un boleto para ver a su luchador favorito y también para asistir a los magnos eventos de las empresas.
Es al aficionado a quien se le tiene que ofrecer un cartel de calidad y que esté a la altura de sus expectativas.
Desgraciadamente no sucede así.
cuachara_luchagor@hotmail.com