Hong Kong: Policía eleva la violencia y ataca a manifestantes con cañones de agua
La Policía de Hong Kong utilizó por primera vez cañones de agua contra manifestantes que marchaban pacíficamente este sábado por las calles del país. Decenas de miles se aglomeraron para protestar después de una pausa de más de 10 días.
Muchos de los presentes se habían preparado con máscaras de gas y cascos de albañilería y habían erigido barricadas en las calles para evitar el avance de los vehículos policiales. Cuando los efectivos se encontraron de frente con la multitud empezaron a lanzar bombas de gas lacrimógeno, pero la gente se defendió con botellas, piedras, ladrillos y otros objetos.
En las vallas se leían consignas como “Policías perros” o “Los hongkoneses queremos ser libres”.
La policía los tacha de violentos
Para las autoridades, los manifestantes no son pacíficos, a pesar de que los primeros ataques suelen venir de los efectivos de seguridad. “Algunos manifestantes (…) establecieron barricadas con palos de bambú, conos de tráfico, barriles con agua y otros objetos”, dice un comunicado de la policía. “Tales actos van en contra de la seguridad de los ciudadanos y los usuarios de las carreteras, paralizan el tráfico en las cercanías”.
El viernes también tuvieron lugar marchas; en esa jornada fueron arrestados 29 personas por delitos como actos de reunión ilegal, posesión de armas y agresión a agentes de seguridad.
Este domingo las calles habían sido blindadas con vehículos policiales, cañones de agua y cientos de policías.
Los autos con cañones de agua, conocido como “ballenas” en algunos países, pueden disparar hasta 1.200 litros de agua por minuto a una distancia de 50 metros. El agua a veces es mezclada con líquidos lacrimógenos o irritantes, o bien con tinta. Según regulaciones internacionales, el chorro de agua solo se puede apuntar a los pies de las personas y nunca a su tronco o cabeza.
Imagen cortesía de AP (Captura de pantalla de video)
Buscando la libertad
La última ola de manifestaciones comenzó hace casi tres meses debido a un proyecto de ley -ahora suspendido- que permitiría la extradición de sospechosos criminales en Hong Kong a China continental.
Las protestas también están alimentadas por las preocupaciones sobre la erosión de las libertades garantizadas por la fórmula “un país, dos sistemas” que se puso en práctica después de que el territorio regresó del Reino Unido al dominio chino en 1997.